La temporada 2024 está a pocos puntos de decidirse a favor del tetracampeonato de Max Verstappen, el neerlandés de Red Bull quien vio durante algunas carreras, amenazada su corona frente al inglés de McLaren, Lando Norris. Sin embargo, tanto de un lado como del otro surgieron fortalezas y debilidades que provocaron que hoy estemos apunto de celebrar un nuevo título del de Red Bull.

El calendario 2024 comenzó prácticamente como terminó 2023: con un dominio prácticamente total de Max, quien con el RB19 el año pasado rompió el récord con el mayor número de victorias en una temporada, 21 de 22, sobre todo contra Mercedes con Lewis Hamilton, Ferrari con Charles Leclerc y un incipiente McLaren con Lando Norris. Marzo inició con victorias para Max, pero conforme fue avanzando la temporada se vio que su ahora RB 20, diseñado por Adrian Newey (quien partirá para Aston Martin en 2025), no era el auto todopoderoso de antes, sólo es una herramienta incompleta a la que había que trabajar, y donde era necesario, más que nunca, tener a un piloto que le pudiera sacar agua a las piedras.

Enfrente estaba McLaren con un auto que prácticamente mostraba que podía dominar en todos los circuitos, demostrando que por primera vez en mucho tiempo estaban listos para hacer el asalto al campeonato del mundo. Su piloto, el todavía joven inglés de 24 años, Lando Norris ya con cinco temporadas en el equipo se podía pensar que estaba listo para encarar el desafío contra Verstappen, quien en 2021 mostró por su parte que tenía la fuerza mental para darle pelea a un monstruo del tamaño de Hamilton, y que si bien con todo y la polémica del final de la temporada de 2021, estuvo ahí con los puntos y le entereza, además de un compañero de equipo como Sergio Pérez, quien le abrió camino.

La prensa europea, sobre todo la británica que prácticamente hace campaña por cada uno de sus pilotos en Fórmula 1, y que durante mucho tiempo tuvo la figura de Lewis Hamilton para asegurar su hegemonía, nunca ha visto con buenos ojos a un campeón protagonista que no sea british, ya no digamos a un latinoamericano. Lando Norris surgía entonces como su carta lista para ponerse sobre la mesa como la apuesta por un nuevo campeón. Y vino el GP de Brasil, en donde Norris demostró que aún no tiene la madera necesaria no sólo para ser campeón del mundo, sino para plantársele a un piloto como Max (que dio cátedra de manejo), quien hay que decirlo, también sacó todo el repertorio de argucias y manejo poco limpio.

Max seguramente alzará el título en el GP de Las Vegas, y Lando deberá aprender de la temporada, esperando que la siguiente pueda tener la oportunidad.

@jorgedialogante

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