El piloto de Jalisco fue despedido de la escudería de la bebida energética el mes pasado, siendo el peor regalo de Navidad para la afición mexicana a la Fórmula 1. Una decisión polémica, en donde pudo más el poder que el dinero de patrocinadores o el interés deportivo.
Para Red Bull, después de cuatro buenos años, en donde gozó no sólo del apoyo de la fanaticada latinoamericana, así como del presupuesto que atraía Pérez de la mano de firmas como Infinitum, Telcel, Claro, Tequila Patrón, Inter, Unifin, Banorte y Kavak, entre otras, tanto la marca como el equipo austriaco están viviendo el efecto contrario.
Red Bull, como escudería de F1, gestionó muy mal la estadía de Checo Pérez en el equipo y hoy la sensación en los fans es que la marca no jugó limpio, existiendo un ánimo de revancha con invitaciones masivas a dejar de consumir la marca, lo cual se ha reflejado en redes sociales. Previo a la despedida de Sergio, Red Bull registraba 13.2 millones de seguidores en Instagram y, tras 24 horas de la noticia, la cuenta había bajado hasta 12.8.
La partida de Checo dejará una cicatriz en Red Bull que el mercado latinoamericano resentirá y sólo con el tiempo se verá su impacto real. Si Pérez regresa en 2026, podría mitigarse, porque los aficionados se volcarán en favor del piloto y su nuevo equipo, pero si su partida de Red Bull representa su retiro de la Fórmula 1, el efecto será más fuerte, porque el equipo y sus directivos (Christian Horner y Helmut Marko) cargarán con la culpa. Por lo pronto, tan sólo entre patrocinadores ligados al mexicano, Red Bull perdió unos 30 millones de dólares anuales, en tanto que la compensación a Pérez rondó otros 16.
Checo seguirá siendo visible, en tanto no se retire del automovilismo deportivo mundial, y su marca personal continuará vigente, con la expectativa de ver sus próximos pasos. Sus patrocinadores se verán beneficiados de donde decida correr. También lo pueden hacer con apoyo a Patricio O’Ward, piloto que compite en McLaren, en Indycar, o con Daniel Suárez en la NASCAR.
Volviendo a Red Bull, sigo pensando que el equipo se dio un balazo en el pie con la salida de Pérez, y decidió regresar a la apuesta por su propia cantera, lo que también le da el control total sobre sus pilotos, sin tener que “lidiar” con uno externo, lo cual obviamente representaría trabajar para él en darle ingenieros competitivos, mecánicos capaces, estrategias ganadoras, así como un coche para competir en igualdad de circunstancias que a su compañero de equipo, algo que ya no quisieron hacer con Checo.
2025 será un año difícil para Red Bull, en tanto que Pérez seguramente dará nuevas sorpresas en su futuro deportivo.
@jorgedialogante