Los tiempos de elecciones se asoman en el panorama de algunos estados de la República Mexicana y los aspirantes están listos para emprender la sinuosa carrera que los habrá de llevar a ocupar alguna gubernatura de sus entidades.
Aunque no hay que dejar de lado que con esto, también aparecen detractores que buscan a toda costa apagar la llama de quienes honestamente quieren trabajar por una verdadera transformación. Vienen tiempos confusos para el electorado.
Adicionalmente está el factor de quién realmente lleva el apoyo presidencial y la apuesta a la cohesión en Morena y quién, por el contrario, busca patear el avispero únicamente con la esperanza de ganar en la negociación del río revuelto.
En anteriores entregas hemos analizado a otras entidades. Ahora será el turno de Zacatecas cuya característica es la claridad de la disputa entre la apuesta del presidente Lopez Obrador y el intento de los grupos locales de contradecir esta instrucción sin darse cuenta que todo su capital político descansa en la noción de que Morena verdaderamente es diferente.
En esta entidad el aval presidencial ha recaído en David Monreal Ávila, quien se registró por segunda vez como precandidato al gobierno de su estado con Morena, con miras hacia las próximas elecciones que se llevarán a cabo en el 2021.
A través de sus redes sociales, Monreal ha dicho que ha contendido por su estado en más de una ocasión, en 2010 y seis años después, sin embargo, en ese segundo intento una campaña negra que él ha denominado de “fraude y calumnia” puso freno a su ánimo por hacerse cargo los problemas de su estado.
Este lunes, durante su conferencia de prensa matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador fue cuestionado sobre las acusaciones contra Monreal, y en un claro respaldo, pidió que “no se le tire lodo” a quienes compiten por cargos públicos y actuar con seriedad en los próximos tiempos electorales. En realidad se trató de la confirmación de lo que en los corrillos políticos nacionales ya se sabía: el aspirante está en la lista de los “palomeados” por el Presidente.
El ex coordinador general de Ganadería de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) ha recibido el apoyo del primer mandatario y ganar la gubernatura de la mano de Morena representaría para la Cuarta Transformación parte del plan de la segunda parte del sexenio de López Obrador para la reactivación económica, centrada, entre otros ejes, en la autosuficiencia alimentaria. Zacatecas seria punta de lanza en ese proyecto.
Paradójicamente, el mayor obstáculo para ese plan de mediano plazo no es la oposición, sino Morena mismo. Los propios opositores a la candidatura única en el partido alimentarán las campañas negras del pasado con el fin de negociar con el eventual siguiente gobernador una tajada más grande del pastel.
David Monreal cuenta con una larga trayectoria en el sector público y en las últimas semanas ha sido orillado a recordar, a través de mensajes en redes sociales, que su origen no está en sábanas de seda sino en el mismo campo zacatecano, una condición que en su momento fue también apreciada por el electorado de la entidad cuando el aspirante fue su hermano Ricardo.
Afortunadamente para todos los contendientes, el método de selección definido por la dirigencia nacional, a cargo de Mario Delgado, es la encuesta de preferencia electoral. Si otro aspirante es favorecido, el presidente tendrá que valorar sus opciones, pero si la pugna soterrada se hace a partir de la “guerra sucia” correrán el riesgo de beneficiar a los otros partidos. De hecho, esto aplica no solo para Zacatecas, sino para todos los estados donde no todos los Morenistas están dispuestos a seguir a López Obrador y al método definido por el partido.