Un reclamo permanente de los ciudadanos en México, es sin duda poder observar resultados contundentes en materia de seguridad pública. Esto, en un país en donde en los últimos tiempos, la crisis en ese rubro ha adolecido de resultados y lo ha castigado gravemente con un incremento alarmante en inseguridad y de operación del crimen organizado.
Sin embargo, parece que en los últimos tiempos un panorama alentador puede vislumbrarse en la Ciudad de México, con Omar García Harfuch como titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), quien ha mostrado en poco tiempo mano firme desde su llegada al cargo y dirigiendo operativos certeros en contra de importantes células delictivas.
Podemos citar varios ejemplos, como el desmantelamiento de la organización Unión Tepito en 2019, la cual se logró luego de una operación minuciosa; la detención del feminicida de la joven Ingrid; la captura de los autores del asesinato de la niña Fátima; la baja en homicidios dolosos, y poco a poco un incremento de confianza por parte de la ciudadanía en la percepción de seguridad.
Bajo sus órdenes también se logró la captura de líderes de la organización delictiva Fuerza Anti-Unión y del Cártel de Jalisco Nueva Generación en la Ciudad de México.
García Harfuch ha sido enfático en sus declaraciones y en los hechos; incluso como parte de su estrategia de depuración en las corporaciones policiacas ordenó la detención de nueve elementos implicados en delitos como secuestro, robo y extorsión.
Con estas acciones, pone en evidencia su compromiso de erradicar corrupción y poner freno a todo aquel que cometa ilícitos dentro y fuera de las instituciones.
El joven titular de la SSC, tiene 37 años y ha acumulado en su trayectoria nombramientos tanto en el gobierno federal como local gozando de una buena reputación en el sector de la seguridad y la investigación.
Bien por Omar García Harfuch, que se ha ocupado de la integración de un sólido equipo de Investigación, y por consiguiente de actuación; que poco a poco deja ver que cuenta con estrategias y reforzamiento en el código de ética de las corporaciones bajo su tutela. Si bien los problemas no resultan fáciles de resolver, los ciudadanos vemos con beneplácito avances sustanciales.
En otros aspectos de la seguridad, más de largo plazo, falta mejorar: el sistema penitenciario y la procuración de justicia. Ambos han hecho pasar malos momentos a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, por integración de expedientes que son después refutados por jueces. Y en el caso de las cárceles de la Ciudad, por fugas y condiciones dentro de los penales que llevan a suponer que el autogobierno dentro de estos lugares sigue sin poder ser erradicado. No son aspectos que puedan borrarse de la noche a la mañana, pero sí son dos patas de la mesa que tendrían que arreglarse en paralelo con la acción policiaca.
Necesitamos ver en el país los mismos resultados que en la Ciudad de México.
¡Nos leemos en la próxima!