Aunque la “asamblea” de Morena del pasado domingo 12 de junio levantó al grillerío por todo lo alto con acusaciones de actos anticipados de campaña, por el placeo de tres pre- candidatos de ese partido a la Presidencia de la República; no pasa desapercibido que también fue la fecha del lanzamiento de la pre-campaña por Estado de México y la de selección del candidato o candidata que va a llevar la representación del partido en el poder en el Estado de México en el 2023, el más importante y representativo a nivel electoral.
Del lado de Morena se habla de validar por el método de encuestas a cuatro precandidatos para de entre ellos escoger al candidato, o mejor dicho que el inquilino del Palacio Nacional señale quien va a llevar la estafeta de entre los candidatos serios y posicionados que no son más que tres, tendentes a dos y del mismo municipio, Texcoco: el Senador Higinio Martínez Miranda , la maestra Delfina Gómez y Horacio Duarte , en ese orden.
Para AMLO y para Mario Delgado no debe pasar desapercibido que el único de los tres que trae la estructura de tierra y el trabajo en campo para ganar esta elección es Higinio Martínez Miranda. Sin Higinio en la fórmula o de acuerdo y apoyando al cien por ciento a cualquiera de los otros dos, muy difícilmente podrá ganar Morena una elección que será cerrada contra la Alianza opositora de PAN, PRI y PRD, si estos tres se ponen de acuerdo cosa nada sencilla en Edo Mex.
De ahí que no sea sorpresa que los tres de Texcoco estén platicando para ver si logran acordar un candidato de unidad de entre ellos y evitar el desgaste y la separación natural de una contienda interna, aunque sea por encuesta, para definir quien se lleva la candidatura.
No cabe duda que si en Morena se unen pueden ganar en un Estado de México que ha sido gobernado por un priista desde 1945 cuando empezó Alfredo del Mazo Vélez , abuelo del actual gobernador del mismo nombre y si se dividen la tienen muy complicada de lograr.
Del lado de la alianza opositora del PAN, PRI y PRD (botox incluido), ya se alinean los precandidatos y empiezan los raspones entre los aspirantes priistas, Alejandra del Moral, Ana Lilia Herrera y Ernesto Nemer . La primera cercana a del Mazo, la segunda alejada del actual gobernador y el tercer recientemente destituido como secretario general de Gobierno por andarse moviendo antes de tiempo según se oye, y el único al que el PAN apoya Enrique Vargas el ex alcalde de Huixquilucan, que ha tratado de imponer su cacicazgo en ese municipio nombrando a su esposa como actual alcaldesa.
Aquí la unidad de la alianza opositora se ve en chino, ya que en un arranque de los que le caracterizan, Vargas ya se la cantó al PRI el pasado domingo: “si no lo apoyan para ser el candidato de la alianza dice que se va solo con el PAN”. La realidad es que, si la alianza opositora no se pone de acuerdo en un candidato de unidad, en Morena habrá fiesta porque seguro se llevan una elección para la que ya de por sí llevan ventaja.
Es obvio que el PRI no podrá ceder voluntariamente la candidatura del Estado de México que ha gobernado por más de 77 años , a un panista por muy subido en el ladrillo que se encuentre, ya que sería tanto como reconocer que se acabó el PRI en México y el PAN no va a poder ni competir si se queda solo. Así que la única solución para ser competitiva a la alianza es convencer al PAN de apoyar un candidato del PRI y que Vargas se guarde su berrinche a cambio de algo.
Sin unidad ni Morena, ni la alianza PAN, PRI y PRD son competitivos. De ahí que el mensaje de unidad de la “asamblea” del domingo 12 de junio haga todo el sentido para los guindas y los mensajes sueltos de los de la alianza vuelven a dar discurso y nota, pero no serán fórmula ganadora.
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