La mayor operación de fraude de Estado se produjo en la Marina. Cientos de miles de barriles de petróleo se volvieron huachicol, evadieron aduanas, pago de impuestos, se trasladaron a través de barcos, de pipas, en distintos puertos del país, durante varios años. El secretario de la Marina, Raymundo Pedro Morales Ángeles, pronunció un discurso en el Zócalo antes del desfile del 16 de septiembre, en presencia de la presidenta Claudia Sheinbaum; la presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Kenia López Rabadán; el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Hugo Aguilar Ortiz; el gabinete ampliado, gobernadores, diplomáticos, y transmitido a millones por los canales públicos encadenados nacional y estatalmente, ante la nación entera, dijo: "Fue muy duro aceptarlo, pero hubiera sido más y absolutamente imperdonable callarlo. Así el mal tuvo un fin determinante, en la Marina, no encontró lugar ni abrigo. Fuimos nosotros mismos quienes dimos el golpe de timón”.
Ese golpe de timón ha consistido hasta ahora la detención de 14 personas, entre ellos el vicealmirante de la Armada, Manuel Roberto Farías Laguna, sobrino político del exsecretario de Marina de AMLO, almirante Rafael Ojeda, quien junto con su hermano Fernando Farías Laguna, prófugo, dirigían la poderosa red de huachicol a la cual decomisaron diez millones de litros de combustible. El monto estimado de este delito alcanzó 24,738 millones de pesos.
La operación de corrupción más grande de la historia. Nunca había ocurrido algo de esa dimensión, ni en la época de Miguel Alemán ni de Enrique Peña Nieto.
No está claro si el golpe de timón se quedará en la detención de estos altos mandos marinos y dejará impune al secretario Rafael Ojeda. Si así fuera, paradójicamente, quedaría en entredicho el expresidente Andrés Manuel López Obrador.
La presidenta Claudia Sheinbaum debe dar un viraje a favor de un cambio contra la dictadura perfecta, el presidencialismo imperial y romper con el caudillo, tal como se lo he solicitado en una carta publicada hoy mismo en la Revista Siempre.
Si no lo hace quedará muy debilitada ante Donald Trump, quien le exigirá concesiones muy graves para el país a cambio de la impunidad para Andrés Manuel López Obrador.
Esta es la profundidad del daño causado al país por AMLO.
No se trata de una parodia de los otros datos que esgrimía tener AMLO para esconder la verdad.
Se trata de datos duros, reconocidos por la propia presidenta Claudia Sheinbaum.
Soy opositor de su gobierno, como lo fui del de AMLO y de todos los gobiernos desde 1958, pero en este momento esa no es la cuestión central. Estamos ente una crisis muy grave, en esta situación se requiere que la Presidenta dé un vuelco favorable a la sociedad y el país.
No estamos ante la inminencia de un estallido revolucionario. Aunque nunca hay que descartar una rebelión masiva como la que acaba de ocurrir en Nepal, ante un gobierno semejante a los de la Cuarta Transformación.
La oposición de la partidocracia de los membretes PAN, PRI y PRD es tan patética y perversa como el adefesio aglutinado en Morena, Partido Verde, PT y la mayoría del viejo PRI e incluso de los capos del PAN.
Los escenarios apocalípticos no suelen ser favorables para las fuerzas sociales avanzadas, muchas veces desembocan en la consolidación de gobiernos derechistas y fascistas, como ocurrió hace cien años en Alemania, Italia y España y ocurre ahora en Europa, en Asia y en los golpes y guerras de África, además de la pesadilla en que se convirtieron las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
@joelortegajuar