Claudia Sheinbaum, Presidenta de la República, por medio de una elección donde obtuvo el 60% de los votos, el doble de la candidata más cercana, que a once meses de ser electa sigue manteniendo altos índices de aprobación, cercanos al 80%, cuando es cuestionada por cualquier cosa, ya sea la extraña “entrega” del Mayo Zambada a la DEA mediante un vuelo desde México a los Estados Unidos, donde murió un ex rector de la UAS, o del obsceno derroche del hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador en viaje a Japón, hospedado en hoteles a todo lujo con facturas de cenas por 47 mil pesos, ante eso o la guerra de Gaza o las agresivas ofensas a México de Donald Trump, contesta casi siempre no estoy informada, es necesario que la FGR investigue, no se permite el derroche, no podemos condenar a nadie, no seremos cómplices; se trata de las sistemáticas calumnias de los comentócratas, enojados porque perdieron privilegios; fue culpa de Calderón, no somos iguales, VAMOS BIEN Y VAMOS A IR MEJOR (cabeza de primera plana en casi todos los diarios).

Ante la Presidenta víctima de todos los demonios, una singular jefa de Estado que no está informada, que no realiza ni siquiera una declaración contra las evidentes conductas de arrogancia, soberbia y desfachatez de sus empleados o los más importantes cabezas de su partido, no nos queda otra que decir, como la canción de Ferrusquilla: Sabes mejor que nadie que me engañaste, que lo que prometiste se te olvidó, échame a mí la culpa de lo que pasa, cúbrete tú la espalda con mi dolor, que allá en el otro mundo encuentres gloria y que una nube de tu memoria me borré a mí.

Eso, que una nube de su memoria nos borre, a los que no tenemos sus otros datos, a los que no estamos en sus reuniones de seguridad de todos los días en la madrugada antes de la mañanera del pueblo, pero que sufrimos, antes que ella se entere, las consecuencias de una guerra de más de un año en Sinaloa entre los chapitos y los mayitos con más de mil muertos; que borren a los portadores de malas noticias en un país maravilloso con el pueblo más politizado del mundo.

Que una nube de su memoria borre a las madres de los desaparecidos, a las buscadoras, a los padres de Ayotzinapa, a los millones sin acceso a la salud, a los hospitales, a las medicinas; a los que sufren las consecuencias de una pésima gestión urbana y pierden sus bienes en cada aguacero que encharca a la ciudad. A los niños que van a salones sin pupitres, con la panza vacía, a instalaciones escolares sin baños. A todos esos emisarios de los conservadores, cómplices del neoliberalismo, a los que piden la intervención del imperialismo, a los traidores a la patria, a los que no han entendido que tenemos un himno que dice “más sí osare un extraño enemigo profanar con sus plantas tu suelo, piensa o patria querida qué el cielo un soldado en cada hijo te dio”. Mientras tanto hay que cumplir lo que nos pide, eso sí sin sumisión alguna, respetando nuestra soberanía, nuestro amigo el presidente Trump al que hay que entender y comprender su lenguaje, cuando dice que somos un Estado paralizado por miedo a los narcos.

Nada de ponerse nervioso, intransigente y ser cómplice del neoliberalismo que tanto daño nos hizo, mejor digámosle señora presidenta Claudia, échame a mí la culpa de lo que pasa.

@joelortegajuar

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