Seguramente México y muchos otros países llegarán pronto a acuerdos comerciales con Estados Unidos. Es probable que sean transitorios, en lugar de largo plazo, para que EU siga extrayendo ventajas vía negociaciones subsecuentes. También es probable que los aranceles que se fijen sean, en algunos productos, más altos que los actuales. Es el costo por comerciar con la economía más grande del mundo y, para ellos, es la forma de tener ingresos —han obtenido más de 50 mil millones de dólares este año— para así costear las deducciones que trae su reforma fiscal.

El tema que hay que cuidar es que, en el caso de México y Canadá, EU está atando el combate al fentanilo como un prerrequisito para cerrar arreglos comerciales. No hay registro de otros países a los que se les crucen temas comerciales con sustancias ilícitas. Ni las cartas a Tailandia, Sri Lanka, Iraq o Libia, países en donde también hay trasiego de drogas, mencionan su combate.

EU está mezclando peras con manzanas sólo en los casos de Canadá y México. Quizá sea por la conexión fronteriza, pero es una realidad con la que hay que vivir y, sobre todo, dar resultados. Además, el combate a los cárteles, en todas sus manifestaciones y giros, es algo que también nos conviene a los mexicanos.

La presidenta Claudia Sheinbaum, en su mañanera de ayer, señaló que se ha avanzado con EU en los temas de seguridad. Y vaya que su gobierno ha tenido logros. Pero, para ella y para EU, falta hacer más. Falta ver si los resultados que daremos en materia de combate a los cárteles y sus drogas se empatan con los tiempos de las negociaciones comerciales. Y, hay que ser muy claros: este tema nos apura más a nosotros que a Canadá, pues ellos representan apenas 1% del fentanilo que llega a EU. Los grandes “exportadores” de fentanilo hacia EU son México y China.

¿Qué pasa si no se cumplen las expectativas de Estados Unidos? Desde luego, el comercio se verá afectado, pero no hay que perder de vista el ánimo militarista que está surgiendo en EU y, particularmente, entre los republicanos, quienes ahora tienen el gobierno y el control de ambas cámaras del Congreso. Van algunos ejemplos:

1. En la encuesta que manejó Fox News, ya el principal informativo en ese país, sobre la opinión respecto al bombardeo a Irán, se mencionó: “Mayoría de (votantes) republicanos apoyan ataque a Irán”. Y la más reciente encuesta de Harvard-Harris (HH) señala que 57% de los ciudadanos apoyan también esos ataques.

2. Por primera vez desde 1975 las fuerzas armadas de EU van a cumplir la cuota de afiliaciones e incluso romperán récords. A tres meses de cerrar la inscripción de nuevos militares, el ejército cumplió su meta en 116%, los marines 104%, la marina 101%, la fuerza aérea 101% y las fuerzas espaciales 97%. Los ciudadanos de ese país quieren ingresar a las fuerzas armadas como no se veía desde la guerra de Vietnam.

Si juntamos los dos puntos anteriores, es evidente que tanto el partido en el gobierno como los ciudadanos en general están a favor de políticas militaristas. De igual manera, regresando a la encuesta de HH, publicada ayer, 79% está a favor de deportar a inmigrantes que estén de manera ilegal y que hayan cometido algún delito, y 70% apoya cerrar sus fronteras y aumentar la seguridad fronteriza.

Así, es claro que si el gobierno que encabeza el presidente Donald Trump decide emprender acciones policiacas unilaterales (como lo hizo el expresidente Biden al atrapar en territorio mexicano a dos capos, el Mayo Zambada y Joaquín Guzmán Jr.) tendrá el apoyo mayoritario de su población. Hasta lo van a aplaudir. Tanto lo sabe Trump que por eso incluyó el tema de las drogas en los oficios que envió, reitero, sólo a Canadá y México.

Por ello, el gobierno mexicano tiene que seguir dando resultados en temas de seguridad. Es la forma de quitarle pretextos al tema comercial, pero también es la única forma de evitar un incidente que complique enormemente la relación bilateral.

Canadá ha aumentado su presupuesto en materia de seguridad fronteriza en más de 1.5 mil millones de dólares y hasta nombró un zar antidrogas. Las instancias de seguridad en México tienen, apenas por publicarse, un nuevo y poderoso marco legal para la seguridad e inteligencia. A pesar de las críticas en materia de posible espionaje indiscriminado, esperemos que las nuevas facultades del gobierno se apliquen inteligente y rápidamente para combatir a los cárteles. Es nuestra mejor carta y es hora de usarla.

X: @JTejado

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