En el caso de la aprehensión de El Mayo Zambada y la entrega/captura de Joaquín Guzmán López —ambos líderes del Cártel de Sinaloa—, conforme más se reportea, más información delicada se obtiene. Primeramente, nos sorprendimos de que las autoridades federales no supieran, un día después, nada del operativo.

A tal grado desconocían lo que sucedía, que hasta “aventaron” (insensiblemente) el nombre de un piloto y varios funcionarios adscritos al aeropuerto de Hermosillo. Ninguno de ellos tuvo que ver con El Mayo-affaire, pues el avión con que éstos estaban involucrados no fue en el que se llevaron a los dos prófugos de la justicia americana. El gobierno ha reconocido que, a estas alturas, no sabe ni de dónde despegó la mentada aeronave que llevó a los criminales a Estados Unidos.

Pero en las últimas 36 horas nos hemos enterado de más información delicada, terrible:

*Aunque el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, dice que no estaba en México cuando sucedió el affaire, ahora sabemos que El Mayo se sentía confiado bajando a verlo y más para ser el broker de arreglos políticos entre el gobernador y el otro líder político del Estado, el exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa y diputado electo de oposición, Héctor Cuén. Usaron el nombre del gobernador, puesto que le generaba confianza a El Mayo, a tal grado que hasta poca escolta llevaba.

*Y, ¿¡qué escolta llevaba El Mayo!? Dos diarios nacionales y el Presidente ayer confirmaron que un comandante de la policía estatal de Sinaloa, José Rosario Heras, era su jefe de seguridad. Ojo, este comandante es de la policía del gobernador arriba citado. El comandante está desaparecido y, según versiones, habría sido asesinado, junto con el resto de su equipo de seguridad, por el comando que se llevó a su jefe. Por “jefe” nos referimos a El Mayo, aunque quien en realidad debería ser su jefe es el gobernador.

*Que la Fiscalía General de la República, que ha quedado claro no tiene mayor contacto con las autoridades de EU, ha decidido abrir una carpeta de investigación penal, entre otros delitos, por “traición a la patria”. Esto se tipifica como “al que prive ilegalmente de su libertad a una persona (en México) para entregarla a las autoridades de otro país”.

Con los datos arriba expuestos podemos llegar a una conclusión tripartita: uno, el Estado mexicano no sabe lo que acontece en su territorio, ni en sus aeropuertos, mucho menos en su espacio aéreo; dos, los gobiernos estatales llevan la relación y dan protección institucional al crimen organizado; y, tres, el gobierno federal abre carpetas de investigación y dedica varias mañaneras para mandarles el mensaje —¡a todos los narcos!— que ellos NO los investigan, NI hacen operativos en su contra, pero que sí investigarán a los que atentaron en contra de ellos. Así que el gobierno federal parece pedirles que por favor no se enojen con ellos y mucho menos inicien venganzas en su contra. ¡Terrible lo que estamos logrando descifrar por las revelaciones periodísticas y las deshilvanadas respuestas presidenciales!

Ayer también nos enteramos de que la (virtual) presidenta electa, Claudia Sheinbaum, reorganizará la Secretaría de Seguridad Federal para dotarla de facultades en materia de inteligencia nacional. Esto es lo correcto en cualquier Estado responsable, pero aquí también hay un delicado mensaje: esto quizá ya lo sabía semanas antes el crimen organizado y por ello habrían matado a Milton Morales, quien era el jefe de inteligencia de quien va a encabezar la nueva súper Secretaría, Omar García Harfuch. Así, dejaron ya sin una pieza (humana) clave a la nueva dependencia.

El crimen organizado está jugando rudo, y de un gobierno miedoso y hasta cómplice, parece que ahora surgirá uno nuevo que les quiere hacer frente. No nos equivoquemos, aquí todos tenemos que estar con las instituciones del Estado. Bienvenida la decisión. Será costosa, pero no hay de otra.

*Una pregunta: ¿Qué hacía un helicóptero de ataque Apache (AH-64E) del ejército de Estados Unidos, sobrevolando la aeronave en la que llegaron El Mayo y un hijo de El Chapo al aeródromo en las afueras de El Paso, Texas? (ver foto de Reuters, publicada el 26 de julio en la portada de Milenio). La DEA y el FBI, que dicen hicieron el operativo, no cuentan en su inventario con este tipo de costosísimo helicóptero.

X: @JTejado

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