La 4T siempre tuvo una mala impresión del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI). Entre los argumentos para desaparecerlo estuvo el abuso que varios de sus comisionados hicieron de tarjetas de crédito institucionales, usadas para pagar el súper, cantinas, restaurantes de lujo y hasta en un ‘table dance’. Así, en marzo pasado se extinguió vía una reforma legal. Sus funciones pasaron a la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno (SABG), a cargo de Raquel Buenrostro.
Para la oposición, analistas y periodistas, la desaparición del INAI fue un golpe con el cual el gobierno morenista mantendría en opacidad mucha información que le era incómoda y cobrar venganza de revelaciones que salieron de ahí para averiguar que la administración anterior pagó a empresas para la operación del sistema de espionaje Pegasus o la vinculación de los hijos del expresidente con presuntos actos indebidos.
Pero, al parecer, vendrá un golpe que justificará su desaparición: el intento de extorsión a la Federación Mexicana de Futbol (FMF) y a los 18 clubes de la Liga MX. El UNIVERSAL publicó el 29 de febrero que el “INAI ofreció bajar multas a cambio de boletos para el Mundial”. Luego de una denuncia que presentaron la FMF y la Liga MX, en el INAI cesaron a dos altos funcionarios: Miguel Novoa, director general de Protección, y Jonathan Mendoza, secretario de Protección de Datos Personales. Hasta ahora no se conocía más del tema, e incluso Novoa asumió la titularidad de la Unidad de Transparencia de la Fiscalía General de la República (FGR), con lo que el caso parecía concluido, pero no es así.
Esa denuncia fue retomada por los ‘sabuesos’ de Raquel Buenrostro. En concreto, por la Oficina de Representación en Transparencia para el Pueblo, a cargo de José Luis Canuto. Lo que encontraron muestra todo un complot para esconder información y proteger a funcionarios presuntamente corruptos.
La acusación del futbol mexicano era que, sin mayor justificación, e incluso luego de someterse por el asunto del Fan ID “voluntariamente a una Evaluación de Impacto de Privacidad con el INAI y que concluyó en 2022 sin observaciones relevantes”, el instituto les impuso multas por 23 millones de pesos. Para “arreglar” estos temas, el expresidente del INAI y entonces aún comisionado había “recomendado” contratar a un despacho “aliado” y el otorgamiento de boletos para el Mundial de 2026, con lo que funcionarios que él había nombrado cerrarían el tema que afectaba al futbol mexicano.
Los directivos del futbol mexicano, Yon de Luisa y Mikel Arriola, no aceptaron el ‘cochupo’ y presentaron una denuncia ante el Órgano Interno de Control (OIC) del INAI, que se lavó las manos y remitió la denuncia a la Fiscalía Anticorrupción de la FGR. Pero la envió sin evidencia; omitió adjuntar el audio donde el comisionado Acuña hace el ofrecimiento. Sin mayores pruebas, la FGR no pudo judicializar el caso. En ese inter, extrañamente, uno de los funcionarios que habían sido cesados del INAI, Novoa, llegó a la FGR como titular de la Unidad de Transparencia, lo que fue por demás extraño y preocupó al futbol nacional.
Ahora sabemos que quien hizo la recomendación para ese nombramiento fue el contralor de la FGR, Arturo Serrano, quien hace un par de semanas fue descubierto en una tremenda red de tráfico de influencias, corrupción y hasta desaparición de droga incautada en cantidades importantes, por lo que fue cesado. Novoa ya tampoco labora en la FGR.
Pero la SABG, a través del escrito ORTP/098/2025, ha reabierto el caso y tiene en su poder nuevos audios que probarían los supuestos actos indebidos del extinto INAI con el ámbito futbolero del país.
Hay que reconocer la valentía que tuvo el futbol mexicano para combatir la corrupción, particularmente su actual presidente, Mikel Arriola. Primero enfrentaron lanzadas contra todos los equipos y multas millonarias por no aceptar el ofrecimiento corruptor. Luego, los funcionarios cesados del INAI se encumbraron a puestos relevantes en la FGR desde donde operaron, de la mano del OIC del INAI, para anular las denuncias de la FMF y desaparecer evidencias. Y, además, corrieron la versión en la FGR de que quienes habían intentado corromper al INAI eran los de la FMF y la Liga Mx, mandando así amenazas de que podrían revertir la denuncia en su contra y los directivos del futbol mexicano irían a la cárcel.
No tomaron en cuenta que la FMF no se achicaría, ni que la SABG reabriría el caso, ya sin la red de funcionarios que desapareció evidencias. Tampoco que el Fiscal General descubriría y cesaría a toda una red de corrupción. Ahora tanto la SABG como la FGR van tras ellos. Será el adiós a la “buena” memoria del INAI.
X: @JTejado






