La IA plantea debates y dilemas en ciernes para los cuales la sociología no posee experiencias inmediatas de cómo volverlas de masas, de consumo generalizado y, quizá lo más importante, con una ruta de justicia y progreso para los más.
Hay preguntas que asoman para moldear la apropiación y sentido de realidad para un nuevo agente, “la inteligencia”.
Repasemos algunas aristas generadas por nuestra interacción con ese espacio sin espacio y que nos coloca en situaciones de anomia, sin que dicha condición sea necesariamente negativa, simplemente objetiva.
La IA como curadora de la realidad. Es decir, qué respuestas obtenemos cuando preguntamos algo y cómo se acomodan las burbujas de percepción, toda vez que existe confianza en el algoritmo. ¿Porque pertenece a mi idea de la realidad lo consumo o construyo un nuevo paradigma?
Confianza como un elemento toral en el siguiente tópico: discurso de odio y efecto eco. Vale la pena preguntar, ¿por cuestión homeostática el hombre tiende ahora a la polarización o este enfoque de la res social con enfrentamiento irreconciliable al infinito es propiciado por el algoritmo?
Así como no existe cine, pintura, literatura, neutros, tampoco existe la IA neutra, sino que tiene incluso una intencionalidad con matices cruentos. Los algoritmos llevan a cada vez más franjas de la sociedad a considerar las fracturas sociales no nada más como inamovibles, sino como justas. En meses recientes, una bandera de EEUU fue ondeada en Brasil durante las manifestaciones de apoyo al expresidente Jair Bolsonaro.
Si contenidos emocionales de aniquilamiento de la diferencia son mayormente recomendados por tener más reproducciones y dicha condición es suficiente y necesaria, se vuelve virtud el arrasamiento de la otredad con escalas disímbolas a las mías.
Otro apartado es que la IA genera fomo, es decir, miedo a perdérsela. Los grandes capitales la difunden como una necesidad en crecimiento, que genera nuevas funciones de estatus y sentido de pertenencia si puedes salvar la brecha y acortar tiempos de respuesta como poder de hacer, que no de raciocinio y de ser.
De acuerdo con una publicación de Match and the Kinsey Institute, existe una probabilidad de uno entre 14 de que un estadounidense le pida a la IA ayuda para declinar una segunda cita o terminar una relación sentimental.
En la neblina de quién diseña lo que asumimos determinará nuestro relacionamiento social está el capital global. Silente, somete y gana la carrera por el poder, mientras los usuarios asumimos estar inmersos en una carrera por el progreso. Los paquetes son cada día más atractivos. Botón de muestra: Rappi pro black da acceso “gratis” a ChatGPTplus. El mercado actuando de mercado.
Hoy, donde hacemos mucho y ganamos cada vez menos, las emergentes prácticas trascienden el juego economicista para llegar al cultural antropológico. Ocupar el territorio parece ser parte de la vieja escuela y la nueva impele a ocupar el espacio sin espacio, el entorno digital, en el cual el desdoble puede ser tan infinito como limitado por el acceso a la red y las crecientes redes. Se asoman pues, crónicas de nuevo cuño.
Consultor en El Instituto