Desde el inicio de la presente administración a través del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, bajo la premisa de establecer una política de paz y seguridad integral, se determinó como uno de sus objetivos la reorientación de las Fuerzas Armadas, para contribuir en las diversas esferas del quehacer nacional, sin descuidar las tareas constitucionales para la defensa y la seguridad interior.
De ahí que la Secretaría de la Defensa Nacional inició un amplio proyecto de reestructuración sistemática, en el que se priorizaron:
Primero: La creación del Estado Mayor Conjunto de la Defensa Nacional, como el organismo de máximo nivel de dirección de las actividades de las Fuerzas Armadas al que le dependen: el Ejército, la Fuerza Aérea y la Guardia Nacional.
Segundo: La reasignación de funciones de la administración pública federal a la Subsecretaría de la Defensa Nacional y Oficialía Mayor.
Y tercero: La creación de la Comandancia del Ejército con la misión principal de desarrollar la fuerza de este componente armado; y el fortalecimiento de las capacidades de control de la Fuerza Aérea, en la que se incluye también el desarrollo de esta fuerza.
Estos cambios estructurales, han llevado a la institución a un gran cambio de paradigma en el que el elemento central es la integración conjunta de esfuerzos, donde hasta el momento se incluye a la Guardia Nacional.
Para dar eficaz cumplimiento a lo anterior y a las misiones generales establecidas en la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, en el ámbito de sus competencias, las Comandancias del Ejército, Fuerza Aérea y Guardia Nacional elaboraron sus respectivos Planes de Desarrollo de la Fuerza.
Lo que se busca es el desarrollo de capacidades a corto, mediano y largo plazo, mediante el establecimiento de objetivos, estrategias y líneas de acción, orientados en cada fuerza, para integrar sus esfuerzos y con ello, lograr el mejor cumplimiento de las misiones constitucionales y orgánicas.
Estos inéditos planes, que ya son una realidad, están permitiendo contar como lo establece la visión 2050 de la Secretaría de la Defensa Nacional, con fuerzas armadas de tierra y aire modernas, polivalentes, interoperables y sostenibles, con capacidad de proyección táctica, operacional y estratégica, capaces de adaptarse a dinámicas complejas y cambiantes, en el ámbito nacional e internacional, con recursos humanos profesionales, con alta moral y medios tecnológicos modestos, acordes a la potencialidad de la nación, para continuar siendo un referente en la seguridad y desarrollo del país, pensando siempre en el bienestar de todos los mexicanos.
No cabe duda que, con la implementación de estos planes de desarrollo, el Ejército, la Fuerza Aérea y la Guardia Nacional, continuarán siendo pilares institucionales no solo de la seguridad nacional, sino también del bienestar de todos los mexicanos.