Los PRIAN’istas aún no digieren el contundente castigo democrático que el Pueblo de México les propinó en las urnas el pasado 2 de junio. Las culpas y pleitos internos no solo resuenan en los pasillos del Comité Ejecutivo Nacional del PAN y del PRI, sino que también se ventilan públicamente, como vimos en la acalorada discusión entre Marko Cortés y Javier Lozano. Este enfrentamiento no es más que la personificación del viejo refrán: "La victoria tiene muchos padres, pero la derrota es huérfana".

La cúpula del PRIAN parece atrapada en dos etapas de su duelo electoral: negación e ira. Como sofistas, insisten en que MORENA solo obtuvo el 59.75% de los votos y que ilegalmente pretende ocupar el 74% de las cámaras de diputados y senadores, alegando una “sobrerrepresentación”.

En su fase de negación, uno de los planes del PRIAN es manipular la opinión pública con la supuesta “SOBRERREPRESENTACIÓN” y con la “injusta” asignación de diputados de representación proporcional (plurinominales) que MORENA tendrá en el Congreso de la Unión. Una mentira sostenida por un desconocimiento del texto constitucional, superado solo por el cinismo con el que la exponen.

Esta falacia se desploma ante la realidad de los datos electorales: México está dividido en 300 distritos federales electorales. En la elección, en 256 de esos distritos ganó una persona de MORENA o de sus aliados, representando el 85.33%. La oposición solo ganó en 44 distritos, un magro 14.67%, incluyendo al PRIAN, PRD, MC y un candidato independiente.

En el Senado, el fracaso de la oposición es aún más escandaloso. De los 32 estados, en 30 ganó MORENA o sus aliados, un impresionante 93.75%. La oposición solo triunfó en Aguascalientes y Querétaro, con un raquítico 6.25%.

Frente a la indiscutible realidad de la voluntad popular, la oposición se revuelca en un mar de excusas, intentando minimizar la representación que el Pueblo de México otorgó al movimiento de la Cuarta Transformación en el Congreso de la Unión. Su objetivo está claro, impedir de manera antidemocrática que el presidente Andrés Manuel López Obrador y la virtual presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ejecuten las reformas constitucionales prometidas, incluida la Reforma al Poder Judicial.

Ante la falta de resultados, la oposición intenta cuestionar el método de asignación de diputaciones y senadurías de representación proporcional. Curiosamente, es el método que ellos mismos diseñaron cuando gobernaban y tenían mayoría en las cámaras. Su lema parece ser: "Que se haga justicia, pero en los bueyes de mi compadre".

Paradójicamente, el PRIAN y MC son quienes más se benefician del reparto de las diputaciones y senadurías plurinominales. Por ejemplo, el Partido Verde ganó en 57 distritos y obtendrá 18 diputaciones plurinominales. El PAN, con solo 32 distritos ganados, recibirá 36 diputaciones plurinominales, el doble que el Verde y el triple que el PT, que ganó 38 distritos.

El PRI también sale ganando con 24 diputaciones plurinominales tras ganar solo en 9 distritos, comparado con el PT, que ganó en 4 veces más distritos. MC, con solo un distrito ganado, recibirá 23 plurinominales.

Las mentiras de la oposición incluyen afirmar que la victoria de MORENA viola el artículo 54 constitucional, argumentando que su número de diputados excederá en más del 8% su porcentaje de votación nacional. La realidad es que MORENA tendrá 248 diputados federales, por debajo del límite de 268 diputados permitido por el artículo 54.

Durante todo este sexenio, la oposición ha basado su estrategia en la maquinación y propagación de mentiras. Al borde de un nuevo sexenio, sigue enfocando todos sus recursos en la misma estrategia, con consecuencias fácilmente predecibles.

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