Si realmente queremos abordar la violencia generalizada que se vive en México tenemos que voltear a ver la crisis de violencia familiar que tenemos. Y es que la violencia familiar sigue siendo uno de los mayores generadores de entornos y conductas violentas que existen actualmente. Una frase resume esto a la perfección: “personas heridas, hieren”. Sin embargo, la violencia familiar en el país está invisibilizada y trae consigo una revictimización constante que sufren las víctimas al momento de querer hacer algo al respecto. Debido a la relación afectiva que existe entre los agresores y las víctimas y el hecho de que la mayoría de las víctimas de violencia familiar son mujeres y menores de edad, son los mismos entornos familiares los que normalizan estas violencias y piden que no se reporte o denuncie: “¿en serio vas a denunciar al padre de tus hijos?”, “estaba muy enojado, seguro no te vuelve a pegar…”
¿De qué tamaño es la crisis de violencia familiar que tenemos en el país? Si analizamos las denuncias e investigaciones iniciadas, podemos ver que de 2015 a 2022 se duplicaron las carpetas de investigación por este delito (fuente: Impunidad Cero 2023). Sin embargo, no sabemos con precisión la magnitud de esta violencia, ya que es uno de los delitos que menos se denuncian. Tan sólo 7 de cada 100 mujeres en México, que reportaron haber sufrido violencia familiar, decidieron reportarla de acuerdo a la Endireh 2021. No sólo está invisibilizada y normalizada la violencia familiar en el país, sino que existe un verdadero problema legal y de impunidad si una víctima quiere hacer algo al respecto.
Uno de los mayores retos al querer denunciar la violencia familiar es que es una violencia que cubre diversos ámbitos legales: así como puede requerir una denuncia penal en una fiscalía ante casos de violencia física o sexual, también puede necesitar la presentación de una demanda en un juzgado familiar para atender temas de guardia y custodia de menores o de pensiones alimenticias. Las personas con recursos económicos podrán acceder a un abogado especialista en temas familiares y a un abogado penalista que las ayuden a iniciar estos dos tipos de procedimientos legales. Desgraciadamente este no es el caso para la mayoría de las mujeres en México.
Por lo mismo el primer tema para hacer frente a la violencia familiar es entender ante qué casos se debe denunciar en una fiscalía y ante cuáles se presenta una demanda en un juzgado familiar. Lo siguiente que se debe conocer son los dos procesos legales así como las autoridades involucradas y las medidas de protección que se pueden solicitar ante cada instancia. Lo segundo que se debe tener en cuenta son las definiciones legales que cada código penal del país tiene sobre este delito. Así como la forma en que el proceso penal y el proceso familiar se complementan en un caso de violencia familiar.
¿Qué hacer para poder navegar todo este proceso legal?
Tener información de especialistas y con un lenguaje claro y preciso sobre la información necesaria al momento de iniciar una acción legal por un caso de violencia familiar que explique todo esto. Saber cómo son ambos procesos o tener un material que explique cuando se está ante un tema de violencia y qué se puede hacer es algo que no existía en el país. Por esto desde hace un poco más de un año Impunidad Cero inició un proceso para generar este material. El día de ayer se publicó la “Guía para actuar legalmente en casos de violencia familiar” así como un carnet de acompañamiento para víctimas que decidan iniciar un proceso penal. Lo que buscan estas dos herramientas es cerrar la brecha de información entre ciudadanos y autoridades, que muchas veces es el primer paso en la cadena de impunidad. Al final la decisión de saber qué acción legal emprender ante la violencia familiar es decisión exclusiva de las víctimas. Sin embargo, estos materiales buscan acompañarlas y hacerles saber que no están solas. Si alguna persona que conozcan requiere este tipo de asesoría y guía pueden encontrar la información en denuncia.org