De 2016 al 2021 tan sólo 7 de cada 100 homicidios en México se han sancionado. Pongámoslo de otra manera, en ese periodo se asesinó a 157,510 personas en el país y tan sólo se lograron 11,305 sentencias condenatorias. No concibo mayor tragedia social que esta, no sólo por la cantidad de personas que han sido asesinadas, sino porque el mensaje que se manda a la sociedad es que esto puede pasar sin que haya consecuencia alguna. Esta cifra es del estudio “Impunidad en homicidio doloso y feminicidio 2022”, de Impunidad Cero, que se presentó hace unos días.
Aunque cada vez las personas hablan más de impunidad, no se habla tanto de los problemas que existen al intentar medirla. Siempre se hace alusión a que la impunidad en el país está arriba del 90%, pero estas medidas esconden detrás muchos claroscuros que deben considerarse. Por eso lo más recomendable es analizar la impunidad por tipo de delito. Para el homicidio y feminicidio podría asumirse que no hay cifra negra porque siempre que se cometen estos delitos se tiene que investigar de oficio por parte de las fiscalías, desgraciadamente este no es el caso dado los niveles de desaparecidos en el país. Por otro lado, la medición de la impunidad para estos delitos trae el problema de analizar las sentencias condenatorias contra los homicidios registrados por año (impunidad directa) o hacer un recuento por periodos de tiempo que consideren todos los homicidios que se dieron en ese lapso contra todas las sentencias condenatorias (impunidad acumulada). Para 2021 la impunidad directa en homicidios dolosos cerró en 91.4%. Mientras que la acumulada para el periodo de 2016 a 2021 quedó en 93%.
Por otra parte, cuando se habla de impunidad en feminicidio se debe tomar en cuenta que no todo homicidio de una mujer se clasifica como feminicidio y que la mayoría de los homicidios de mujeres en el país se catalogan como culposos o no intencionales. Para ejemplificar esto, podemos ver que el estudio refiere que 63% de los homicidios de mujeres se calificaron como culposos en el 2021. A pesar de esto, la tasa de feminicidios por cada 100 mil mujeres ha aumentado un 124% de 2015 a 2021. La impunidad acumulada de feminicidios está en 57% de acuerdo con este estudio, con estados como Oaxaca y Tlaxcala que reportaron una impunidad acumulada de 100% para el delito de feminicidio.
¿Y qué es lo que se puede hacer para intentar remediar esto? Respecto al tema de la investigación de feminicidio el estudio es claro en mencionar que se necesita homologar el tipo penal en los estados y a nivel federal. Por otro lado, es importante recordar que de acuerdo con diversas recomendaciones internacionales y sentencias de la SCJN, todo homicidio de una mujer debe investigarse en un inicio como feminicidio para poder hacer las debidas diligencias con perspectiva de género.
También se necesitan protocolos de investigación para el delito de feminicidio actualizados en todos los estados. Respecto al tema de la impunidad en homicidio doloso se requiere de la articulación interinstitucional de distintas autoridades, primero respecto a los fueros, ya que, aunque este es un delito del fuero común, el uso de cierto tipo de armas y el involucramiento de individuos del crimen organizado hacen necesaria esta coordinación. Por otro lado, los distintos elementos de las unidades de investigación deben coordinarse: peritos, policías de investigación, agentes del ministerio público y analistas. También urge que estos dos delitos sean considerados prioridades para las fiscalías y procuradurías para investigarse. Si no se pone como prioridad de las políticas de persecución penal en el país la investigación y sanción de los homicidios y feminicidios, el mensaje seguirá siendo que en México se puede matar sin que pase nada.
Analista. @itelloarista
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