La semana pasada, el Instituto Federal de Telecomunicaciones dio a conocer que su Pleno determinó clasificar el segmento de frecuencias de 5925-6425 MHz como espectro de uso libre. Este es un tema complejo que involucra aspectos muy técnicos, pero también sociales y de otra índole, y es importante porque se relaciona con el futuro tecnológico inmediato de nuestro país. Mire usted: el espectro radioeléctrico es un recurso que no se agota, pero si se ocupa, así que es limitado en cuanto al uso que se le puede dar, y es por ello que su administración es muy importante. En tal sentido, aunque la decisión de cómo, para qué y quién lo usa es del IFT, en realidad detrás hay un concierto internacional en el que diversos tópicos como economías de escala, simetría regional, intercambio comercial, intereses económicos y políticos juegan un papel muy importante.
Técnicamente, la banda de 5925-7125 MHz permite un balance entre cobertura y capacidad, es decir, una mayor velocidad de transferencia de datos a distancias menores en comparación con frecuencias inferiores. Por ello, el uso de dicha banda se vuelve relevante para la provisión de servicios de comunicaciones que permitan el acceso a Internet a través de tecnologías de nueva generación, como lo son las WAS/RLAN. Ahora bien, las dos opciones de administración de los 1200 Mhz de esta banda son: dividirla en 500 y 700 Mhz, dejando la primera parte para uso libre (sin costo para el usuario), y la segunda en espera, en caso de que se quiera licitar en el futuro a operadores de servicios móviles, o dejar los 1200 Mhz para uso libre.
Los grupos e intereses son claros. De un lado están los operadores móviles -como AT&T-, ciertos fabricantes de equipos -como Huawei- y la propia GSMA, que obviamente pugnan para que no se declare toda la banda de uso libre. Por el otro lado están las empresas proveedoras de internet (WISPs), Apple, Google, etc. a quienes conviene lo contrario. ¿Pero, qué le conviene a México? En 2021, el IFT propuso que los 1200 Mhz fueran de uso libre y sometió el proyecto de acuerdo a una consulta pública . Más de 65% de los comentarios fueron a favor de la política que el Instituto proponía, la cual justificó, señalando que la tendencia de la región se inclina al uso libre de toda la banda (todo el continente americano, salvo Argentina y Chile); que esto habilitaría un mayor número de canales para las conexiones entre usuarios y los puntos de acceso de las redes; que se coadyuvaría a cumplir con las necesidades de conectividad en el país e incentivar el desarrollo de comunicaciones inalámbricas en zonas desatendidas, etc. Sin embargo, sorpresivamente resolvió que se dejarían sólo los 500 Mhz para uso libre y los otros 700 en espera, con la idea de que quizás no haya suficiente espectro para los operadores en el futuro, cuando la realidad actual es que están incluso regresándole el espectro porque no lo usan.
Aún no se ha publicado el acuerdo, pero sabemos por el comunicado que emitieron , que la decisión fue tomada, dicen, después de un “exhaustivo análisis”, así que los comisionados deberán justificar el costo de oportunidad que pagaremos por congelar un recurso tan importante. Me atrevo a decir que, incluso, habría que plantearnos si no debiesen hacer una nueva consulta pública, pues se trata de otra política que no ha pasado por dicho proceso obligatorio. En todo caso, la pregunta es ¿qué o quién convenció a los comisionados de dar este abrupto cambio, cuando sostenían lo contrario? ¿Por qué la política que apoyaban en 2021 ya no es lo mejor para México, y la nueva sí? Pues, me temo que eso tendrán que explicarlo “exhaustivamente”.
Twitter: @soyirenelevy