La noticia de la posible salida de AT&T de México no fue un rumor, se filtró con el propósito de influir en un momento clave: 1) la elaboración del paquete económico para el año 2025 en el que se fija el precio del espectro radioeléctrico, 2) la integración del nuevo órgano regulador de las telecomunicaciones (CRT), 3) la prórroga de 90 días que dio el presidente Trump a México el 31 de julio en los aranceles llegó condicionada a que México eliminara las barreras no arancelarias (regulatorias).
En diciembre de 2024, cuando discutía la reforma constitucional que desapareció los autónomos, el IFT y la Cofece estaban en el mismo paquete del resto que los extinguía de un plumazo y concentraba todo de regreso en el Ejecutivo, pero alguien les dijo que estarían violando el T-MEC y entonces llegó la reserva de Ricardo Monreal que diseñó un régimen distinto para ellos incluyendo la creación de un descentralizado encargado de competencia económica. A pesar de las múltiples voces que dijimos que se incumplía el capítulo 18 del tratado, la regulación de telecomunicaciones quedó concentrada en la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones, que es una Secretaría de Estado, y aunque después modularon creando un órgano desconcentrado para telecom, este sigue siendo dependiente del Ejecutivo e incumple el T-MEC.
En febrero de este año, la Oficina de Comercio de EU (USTR) emitió su reporte de barreras al comercio en el que menciona (página 266):
1. Desaparición del IFT: la reforma constitucional que elimina al IFT representa una amenaza seria al cumplimiento de México con el T-MEC al debilitar la independencia regulatoria exigida por el acuerdo. La transferencia de funciones a organismos subordinados al Ejecutivo podría violar compromisos internacionales clave.
2. Costos del espectro: La política mexicana de cobros elevados por el espectro, contraria a las mejores prácticas internacionales, refuerza la posición del proveedor dominante y expulsa a competidores del mercado, lo cual perpetúa una estructura anticompetitiva que también podría contravenir obligaciones del T-MEC sobre competencia y regulación equitativa.
Así, la desaparición del IFT es considerada como un incumplimiento al T-MEC porque el pie de página número 14 del artículo 18.7 del Tratado, dice: “Para México, el organismo regulador de telecomunicaciones es autónomo respecto del Poder Ejecutivo, es independiente en sus decisiones y funcionamiento...”.
La duda es: ¿un pie de página es mera referencia o es un texto obligatorio? Pues el T-MEC lo deja claro; su artículo 34.2 señala: “Los anexos, apéndices y notas a pie de página de este Tratado constituyen parte integrante de este Tratado”, es decir, son tan obligatorios como si fueran el texto principal.
Aunque EU le ha hecho saber a México que la extinción del IFT es un incumplimiento al T-MEC, ya no hay vuelta atrás. Así que resta ver si compensamos con los otros dos asuntos: la elección de comisionados más o menos independientes para la CRT, pero sobre todo en el costo del espectro. En este tema se ha repetido ad nauseam que México debe disminuir su precio, pero no entienden en Hacienda que un precio alto es regresivo, y los descuentos a los derechos de espectro a cambio de obligaciones de cobertura social que incluyeron en la nueva ley, no son una disminución al costo del espectro.
El reloj sigue su marcha. La disminución del precio del espectro será clave tanto para el asunto arancelario como para la posible salida de AT&T de México, que mandaría una pésima señal a las inversiones. A ver cómo salimos de este enredo.
Abogada, presidenta de Observatel y comentarista de Radio Educación
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