Vaya bomba para la aviación mexicana la que soltó este sábado el Departamento de Transporte (DOT) de Estados Unidos (EU). En un comunicado que tituló ‘El secretario de Transporte de Trump, Sean P. Duffy, anuncia una serie de medidas para combatir el abuso del acuerdo bilateral de aviación por parte de México y su comportamiento anticompetitivo’, se informan básicamente tres medidas regulatorias que afectarán el desarrollo comercial de la aviación mexicana con relación a ese país:

1. Todas las aerolíneas mexicanas deberán presentar sus horarios y rutas al DOT antes de operar vuelos hacia EU.

2. Se requerirá aprobación previa del DOT para vuelos chárter con aviones grandes, tanto de pasajeros como de carga, hacia o desde EU.

3. Se inicia un proceso para retirar la inmunidad antimonopolio de la alianza Aeroméxico-Delta que les permite fijar precios y compartir ingresos a ambas aerolíneas.

Esta reacción, además de tener un evidente contexto político complejo en la relación México-EU, encuentra su origen en dos impulsivas decisiones que tomó el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en 2022 y que se oficializaron en 2023: a) el cierre del AICM para operaciones nacionales e internacionales de carga, decreto que se publicó el 2 de febrero en el Diario Oficial y otorgó un plazo de 108 días hábiles para que las empresas reubicasen su actividad, y b) la disminución “temporal” del número de operaciones (slots) desde y hacia el AICM de 52 a 43 por hora, publicada en el DOF el 31 de agosto de 2023.

Así es, la resolución del DOT es una reacción a estas decisiones de AMLO que, en realidad, tuvieron como propósito dar vida artificial al AIFA, un aeropuerto que han mantenido operando a fuerza de regulación y no por interés del mercado. Esto es consecuencia de la improvisación y falta de análisis de las decisiones y proyectos que caracterizaron al sexenio pasado.

El propio comunicado del DOT reclama a México que: el cierre del AICM para carga fue realizado con un aviso de sólo 108 días previos y México no ha tomado ninguna medida para restablecer los derechos de operación que ampara el tratado de aviación entre EU y México; tampoco se ha dado a conocer cuándo se reestablecerán los slots o qué medidas se están tomando para ello, tomando en cuenta que la resolución tenía el carácter de temporal.

Ahora bien, la alianza Aeroméxico-Delta inició en 2017. Desde entonces, se ha fortalecido la conectividad ofreciendo nuevas rutas y más capacidad entre México y EU, además de otras ventajas al usuario. Así que, imagínese usted el impacto de alcanzarse el retiro de la inmunidad anticompetencia que otorgó EU (excepciones regulatorias a favor de esta alianza); no podrían seguir coordinando precios ni compartiendo ingresos, y sólo mantendrían otras formas de alianza como códigos compartidos y uso de millas.

La resolución del DOT tendrá como impacto inmediato fuertes presiones regulatorias sobre México y sus aerolíneas, así como el potencial cambio en el panorama competitivo en vuelos entre ambos países. ¿Qué llevó a EU a arrinconar a la Presidenta de esta manera, sabiendo que la meten en un gran aprieto? Claramente no fue la aviación. Pero, de cualquier forma, el dilema ahora para Claudia Sheinbaum es político, económico e ideológico: las presiones de EU no cederán y será ella quien deberá elegir entre mantener con vida artificial al AIFA o recular y restaurar operaciones en un AICM desatendido y literalmente hundiéndose. En corto, se trata de elegir entre dos rutas desde Palacio: Washington o Palenque.

Abogada, presidenta de Observatel y comentarista de Radio Educación

X y Threads: @soyirenelevy

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