Tenía doce años, la primera vez que sentí el filo del rechazo. Me acerqué a un grupo de niñas con la esperanza de que me aceptaran.

—No puedes estar aquí, estás muy chica —me dijeron sin siquiera mirarme.

Desde entonces entendí que pertenecer no es un derecho, es un privilegio. Uno que, al parecer, se gana.

Así comenzó mi búsqueda de validación: decía lo que otros querían escuchar, me vestía como dictaban las revistas y sonreía aunque estuviera rota por dentro. Pero, muchas veces, nada de esto era suficiente y la tan ansiada aprobación, simplemente se escapaba como arena entre los dedos.

La serie de Netflix, Apple Cider Vinegar, retrata lo que la gente es capaz de hacer por atención. Basada en hechos reales, sigue la historia de Belle Gibson, una influencer australiana que fingió tener cáncer terminal y afirmó haberse curado con remedios naturales. Su engaño la llevó a la fama; sin embargo, años después la verdad salió a la luz.

Aunque la trama es digna de una serie de la televisión, lo que ahí se ve es más común de lo que pensamos.

La atención tiene un precio tan alto, que hay quienes están dispuestos a exponer incluso sus enfermedades —reales o inventadas— con tal de ganar seguidores. Se publican fotos en hospitales, se exageran síntomas o se crean campañas de donaciones sin pruebas médicas. En muchos casos, toda esta ficción termina eclipsando a quienes realmente necesitan ayuda.

"Hoy, la lucha por ser visto es despiadada; algunos hasta se graban haciendo retos peligrosos o se exponen a la humillación con tal de 'ser vistos'. Y quienes no logran brillar, muchas veces optan por intentar apagar a los demás. Otros fingen vidas perfectas o pareciera que a veces es mejor un comentario hiriente, un 'qué ridícula' en una foto, que experimentar algo aún más doloroso: la indiferencia absoluta, la cual puede sentirse como una sentencia de invisibilidad."

En un mundo donde el miedo a la irrelevancia domina, muchos prefieren ser odiados antes que ignorados.

Pero… ¿Qué pasaría si dejáramos de buscar la validación afuera y empezáramos a dárnosla a nosotros mismos?

1. Lo que otros opinen de ti no es tu problema. Si alguien te odia sin conocerte, eso habla de ellos, no de ti. Aprende a diferenciar entre una crítica constructiva y un intento de herirte.

2. Nunca negocies tu autenticidad. No tienes que moldearte para encajar. La gente correcta para ti, te querrá por lo que eres, no por lo que aparentas.

3. Dale a tu vida aquello que estás buscando afuera. Si anhelas validación, valídate tú. Si buscas amor, ámate tú. Si necesitas pertenecer, recuérdate que ya perteneces a ti mismo.

Oscar Wilde decía que amarse a uno mismo es el comienzo de un romance de por vida, y yo añadiría que ese amor es el único que te garantizará, que nunca más te sentirás fuera de lugar.

Cuando te aceptas, el juicio externo pierde poder y descubres que ya eres suficiente. Porque cuando no ser visto duele más que ser rechazado, la verdadera solución es descubrir y reconocer tu belleza interna. Y este es el INGRIDiente secreto, para no tener que elegir entre dos lamentables opciones: ser odiado antes que ignorado.

Escríbeme en Instagram @ingridcoronadomx y dime de qué tema te gustaría que platicáramos.

Gracias por acompañarme una vez más.

IG: @Ingridcoronadomx / www.mujeron.tv

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Comentarios