Juro que este texto ya lo tenía listo antes, pero cuando Google dijo que pospondrá hasta 2023 su compromiso de eliminar las cookies de su navegador, tuve que replantear el enfoque. Por si no lo sabías, todo mundo ya se estaba preparando para que a partir del próximo año desaparecieran las cookies, pero ahora tendremos que esperar más tiempo para dejar de ser identificados y cachados por los anunciantes.
Un mundo sin cookies significaba que, al navegar por internet, ya no seríamos seguidos y perseguidos por anunciantes. Ya no sería tan fácil identificar nuestro comportamiento en internet, nuestros datos de navegación y, tal vez, hasta algunos de nuestros datos personales. Ya sería más difícil saber de qué lado masca nuestra iguana. Aunque otros navegadores como Firefox, Safari y Edge ya no usan cookies, Google Chrome sigue dando soporte a las galletitas y sigue siendo el más utilizado en el mundo; por ello, el cambio es necesario e inminente.
Diana León, country manager para México de la firma europea de RTB House, me ayudó a entender lo que debería pasar y cómo deberían trabajar los anunciantes en un mundo sin cookies. Ella me explica que, efectivamente, los anunciantes se preguntan cómo, dónde y a quién le van a vender. Algunos estiman que se perderá hasta 60% de la efectividad de los anuncios y hasta 70% de los ingresos de los publishers (sitios web).
Pensando en esas inquietudes, Google puso a disposición del mercado un mecanismo de consulta y prueba, el cual busca encontrar nuevas formas de publicidad en internet, conocido como Google Sandbox. De allí surgieron alternativas a las cookies conocidas como Fledge y Floc. La primera propone usar un tercero, es decir un servidor de confianza que se encuentra diseñado para procesar pujas de publicidad desde el navegador del usuario. La segunda sugiere continuar con campañas personalizadas con garantía de privacidad de la información, pues al internauta se le identifica por grupos de interés; no por su navegación.
Así estaba todo dispuesto hasta que Google puso freno y, mientras algunos ya tenían lista su estrategia de publicidad en Internet, otros siguen pensando cómo le van a hacer para comprar y otros para vender anuncios en la red. RTB House dice que ya trabaja con todos esos métodos de publicidad programática y está lista para ayudar, pero ¿tú ya estás listo? No es el fin del mundo, aun puedes informarte con proveedores y agencias, pero debes hacerlo ya. Ponte las pilas.
OHLA YA HIZO EL CAMBIO
Agradezco a los amigos de la nueva OHLA por su invitación a la presentación de su nuevo nombre, nuevo logo, nueva filosofía y estrategia. Definitivamente, se aprecia como una tarea muy retadora. Para los nuevos dueños mexicanos de la muy cuestionada constructora española OHL implicará un enorme esfuerzo eliminar el estigma de la corrupción. La familia Amodio (fundadores de la constructora Caabsa) tiene enfrente el desafío de convencer a todos sus clientes y accionistas de que OHLA contará con prácticas de un buen gobierno corporativo, pero, sobre todo, de convencer a los integrantes de la 4T, desde el Presidente, hasta el usuario final, de que será un borrón y cuenta nueva. Son muchos los proyectos y las concesiones que tiene OHLA en México, por lo que a nadie le caería mal tener la certeza de que ya no quieren volver a los vicios del pasado.
SI ESTUVIERA EN DUBAI
Y en Mazatlán, Sinaloa, tampoco le tienen miedo al cambio. No se achican por los problemas de inseguridad, el cambio de gobierno, la pandemia o el descenso en el turismo. Una prueba de ello es la inversión de 86 millones de dólares que el Grupo ARHE, al mando de Juan José Arellano, anunció el pasado fin de semana. Se trata del proyecto Stelarhe, un nuevo concepto inmobiliario de 46 mil metros cuadrados donde se edificarán dos torres de 30 niveles con 194 residencias y ocho penthouses. Mazatlán es uno de los destinos turísticos mexicanos con mayor potencial para crecer y Grupo ARHE pone el impulso de posicionar a la ciudad como uno de los destinos predilectos de los viajeros. No sé si ya viste la maqueta, pero la neta se ve como si estuviera en Dubai, ay, ay, ay.
Columnista y comentarista
Twitter: @hugonzalez0