En medio del eterno drama bursátil y la incertidumbre arancelaria, las acciones tecnológicas en EU decidieron ponerse serias. Microsoft y Meta Platforms encendieron los reflectores con sus reportes financieros, superando las expectativas de Wall Street y dejando claro que la fiesta de la inteligencia artificial (IA) y la computación en la nube no ha terminado, al contrario, apenas va tomando ritmo.
Microsoft se robó el show cual DJ, al reportar ingresos por 70 mil 100 millones de dólares y ganancias netas de 25 mil 800 millones, cifras que no solo marcaron un incremento interanual notable, sino que vinieron acompañadas del verdadero rey de la pista: Azure.
La plataforma de nube creció 33%, y eso no es poca cosa en un mercado donde los datos y el procesamiento en tiempo real se han convertido en la rola que todo mundo toca. La división de Nube Inteligente aportó casi 27 mil millones, y lo hizo montada sobre la ola de la IA, cuyos servidores ya no se construyen lo suficientemente rápido para satisfacer la demanda. Literalmente, Microsoft no se da abasto.
Meta no se quiso quedar fuera del baile y con su nuevo outfit de IA reportó un trimestre mejor de lo esperado. Sus acciones subieron más de 4% gracias al aumento de ingresos por publicidad impulsada por IA. Mark Zuckerberg, cual anfitrión entusiasta, anunció que gastará entre 64 y 72 mil millones de dólares sólo este año para pulir su pista de inteligencia artificial. Meta AI incluso lanzó hace unos días su propia app jugando el papel del amigo que llega a la fiesta con su propia botella y su playlist.
Pero esta fiebre inversora no es exclusiva de Meta. Alphabet anunció que gastará 75 mil millones este año, y Microsoft proyectó 80 mil millones en infraestructura para su año fiscal 2025. Es decir, los Siete Magníficos tecnológicos han decidido armar la pachanga a lo grande. Todos están metiendo dinero a la infraestructura, como si el mundo se fuera a apagar. Es decir, la fiesta sigue y solo falta hielo para enfriar los servidores que estarán a tope.
Mientras tanto, las acciones de Amazon y Nvidia también aprovecharon el buen ánimo del mercado, con incrementos de 3% y 2.8%, respectivamente. Incluso AMD, que siempre corre en la sombra de Nvidia, logró un avance de 2%. En otras palabras, las ganancias de esta semana no solo muestran que esto es apenas el inicio del after.
En un entorno global lleno de incertidumbre económica y tensiones comerciales, es reconfortante ver que la apuesta por la innovación sigue dando frutos. Por ahora los inversionistas levantan las manos al ritmo de 120 bpm y una cubirri en la mano, pero ¿hasta cuándo durará este rave tecnológico? Eso dependerá de si la próxima canción se toca en inglés o en chino.
Ley Fintech 2.0
Siguiendo con los previos a la 88 Convención Bancaria de la próxima semana, hay un asunto que deberíamos seguir a detalle. Se trata de la participación de la plana mayor de la Asociación Fintech México, la cual tendrá encuentros con los representantes de la banca tradicional. No puedo confirmar cuándo ni cómo, pero de que se reunirán los representantes de ambos equipos, se reunirán.
Tanto en el gremio Fintech como el bancario, ya se dieron cuenta que necesitan trabajar de manera conjunta para crecer y empoderar más todo el ecosistema. Incluso, no me parece descabellado pensar que los Fintech buscarán tejer alianzas con los bancos para impulsar ante las autoridades financieras del país la nueva Ley Fintech 2.0.
Si lo dudas, al menos eso es lo que deberíamos averiguar y preguntar el próximo viernes cuando la Asociación Fintech, presidida por Felipe Vallejo CEO de Bitso México, exponga en conferencia los temas relevantes del sector. Además de Vallejo estarán Iván Canales, CEO de Nu México, Pedro Rivas, CEO de Mercado Pago, Mauricio Schwartzmann, Country Manager para Mastercard México, Beatriz Durán, Country Manager de Unnax, Ray Guerrero, Country Manager de Pomelo México y Myriam Cosio, Chief External Affairs Officer de Clip.
Es que los bancos tradicionales en México enfrentan varios retos y oportunidades en su proceso de transformación digital que pueden solucionarse con la experiencia fintech y neobancos.
La adaptación a nuevas tecnologías para escalar sus operaciones de manera ágil y competitiva, la atracción y captación de consumidores de nuevas generaciones, el cambio en las preferencias del consumidor, y la agilidad para el cumplimiento regulatorio, son los retos que tienen ante sí los bancos tradicionales.
Por ello, la colaboración con las Fintech puede ser muy enriquecedora para los bancos. Al colaborar y no solo competir, pueden ofrecer nuevos productos o mejorar la experiencia del cliente, expandirse a nuevos mercados y regiones, innovar en productos como tarjetas multimoneda o soluciones de pago más ágiles, hasta mejorar la inclusión financiera ofreciendo servicios netamente bancarios a segmentos de la población que han sido históricamente desatendidos.
Mientras eso sucede, las Fintech seguirán en su luchita para actualizar la Ley que les permita dar un salto más grande y veloz en la carrera para la inclusión financiera de los mexicanos. La Ley Fintech 2.0 es crucial para la industria financiera en México pues busca impulsar un ecosistema más ágil y colaborativo.
Además, la Ley Fintech 2.0 podría ayudar a resolver problemas existentes en el antiguo y complicado sistema de pagos mexicano. La implementación de esta ley podría permitir que las empresas fintech operen de manera más eficiente y competitiva, lo que a su vez podría beneficiar a los consumidores y a los comercios.
Ojalá que la colaboración, la prospectiva y las ganas de mejorar todo el sistema financiero mexicano prevalezcan en los próximos días entre banqueros, autoridades y fintechs. Crucemos los dedos.
Columnista y comentarista