Disculpa si piensas que me estoy refriteando. Disculpa si esto suena a déjà vu. Perdón si piensas que esto ya lo escribí y ya lo leíste, pero en cierta parte tienes razón. La inminente nueva Ley en materia de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LTR) que nos lleva a las mismas dudas, temores y análisis de hace 10 años.

Cuando en 2014 el famoso Pacto por México modificó el corpus regulatorio de las telecomunicaciones y los medios en el país, muchos teníamos los mismos sentimientos. ¿Funcionará? ¿Y si falla? ¿Y el riesgo de captura regulatoria?

Ayer llegó al Senado de la República la propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum de la nueva LTR y aunque unos preveían que se trataría de un trámite rápido (fast track), creo que tardará varios días. Todavía falta una discusión larga y un análisis técnico en algunas comisiones.

Se trata de un largo documento de 311 páginas y 283 artículos, pero lo primero que puedo ver es que se está creando una súper agencia regulatoria con dimensión de secretaría de estado. La Agencia de Transformación Digital y Telecomunicación (ATDT) será el nuevo objeto de deseo.

Vendrán los análisis de asuntos negativos o imprecisos, pero yo, fiel a mi nueva filosofía de Roberto Carlos (yo quiero tener un millón de amigos…) me concentro en lo que a mi juicio son novedades positivas o por lo menos muy interesantes.

Aclaratorio

El Régimen de Concesiones establece que las concesiones únicas podrán otorgarse para usos comercial, público, privado y social, incluyendo las comunitarias, indígenas y afromexicanas. Esto ya existía, sí, pero la novedad es que ahora se busca simplificar el acceso, haciendo más claro que una concesión única puede usarse para varios fines. El espectro radioeléctrico seguirá requiriendo un trámite por separado, lo cual es lógico, pero se da un paso hacia una estructura más flexible y clara.

Además, se abre la puerta para que el Ejecutivo Federal reciba asignaciones directas de bandas de frecuencia para cumplir objetivos sociales. Esto podría facilitar despliegues en comunidades donde el mercado simplemente no llega, sin necesidad de crear nuevas empresas estatales.

Sigue igual

La subasta del espectro sigue como método principal de asignación. Eso no cambia, pero sí se agregan mecanismos para fomentar la competencia, priorizar nuevos actores y condicionar el espectro a obligaciones de cobertura o calidad. O sea, que si quieres espectro, no solo hay que pagar, también hay que comprometerse.

Bajar costo del espectro

En cuanto al costo por usar el espectro radioeléctrico, la Ley prevé que los concesionarios puedan recibir descuentos sobre sus contribuciones si cumplen con obligaciones de cobertura social determinadas por la Agencia.

Muy interesante

Dentro del Régimen de Autorizaciones, la Ley contempla la definición y promoción de Redes de Radiocomunicación Inteligente se reconoce su relevancia para la industria y se promueve su desarrollo. Las redes que operan en minas, puertos o plantas industriales por fin reciben su lugar dentro de la ley. Un guiño necesario para avanzar hacia una infraestructura tecnológica de primer mundo.

Compromiso 4T

Se contemplan también asignaciones de concesiones únicas y bandas de frecuencia para el Ejecutivo Federal, específicamente para uso comercial, con el propósito de cumplir objetivos de cobertura social y garantizar servicios públicos como el Internet de banda ancha. De acuerdo con los artículos 6º y 28 constitucionales, tales funciones no constituyen monopolios si son ejercidas por el Estado.

Aplauso

Respecto a la Instalación y Operación de Redes Públicas, se plantean bases para la homologación, simplificación y digitalización de trámites. Esto sí que urge. No hay empresa de telecom que no se haya quejado del viacrucis que es instalar una antena o tender fibra. Si la Agencia logra armonizar esto entre los tres niveles de gobierno, habrá razones de sobra para celebrar.

Estético

En cuanto al Reordenamiento, Retiro y Soterramiento de Infraestructura, se prevé el reordenamiento y soterramiento de infraestructura, una medida más estética que técnica, pero no menos importante. Nadie quiere postes caídos ni cables colgando. Además, mejora la resiliencia ante desastres y da orden a las ciudades.

Más IOT

En cuanto a la neutralidad de la red, se reconoce que tecnologías como la IA, el IoT y las redes 5G requieren una gestión de tráfico más sofisticada. La ley no impone soluciones mágicas, pero al menos reconoce que hay un nuevo debate que atender. No obstante, se destaca que una regulación adecuada sobre la neutralidad es esencial para asegurar un Internet libre, reducir desigualdades digitales y promover el desarrollo social.

Generará controversia

Respecto al Servicio Público de Radiodifusión, se señala la necesidad de mejorar los procesos regulatorios y administrativos para que continúe cumpliendo su función social. Entre las medidas, se incluye reservar 10% de la banda FM (88 a 108 MHz) para radios comunitarias, indígenas y afromexicanas, garantizando así su participación y espacio dentro del espectro.

Asimismo, se permite que los concesionarios sociales generen ingresos con base en sus fines a través de mecanismos como patrocinios autorizados por la Agencia. Estos no deben inducir a la comercialización de productos, aunque sí se permite la venta de publicidad de productos o servicios locales por hasta 40 segundos por hora de transmisión.

Asimetría again

En lo referente a la Preponderancia y Regulación Asimétrica, el nuevo marco legal mantiene la separación entre quien detecta problemas de competencia (la autoridad económica) y quien impone las medidas (la Agencia). Puede parecer burocrático, pero evita que un solo ente sea juez y parte. No está mal. Buena idea

Finalmente, además de las definiciones de Agentes Económicos Preponderantes, se establecen casos de Poder Sustancial, esto permitirá intervenir en casos donde haya concentración excesiva sin que se tenga que llegar al estatus de preponderante dentro de los mercados de radiodifusión y telecomunicaciones. Esto amplía el menú de herramientas para mantener un mercado competitivo.

Epitafio

Y sí, el epitafio del IFT está escrito: 15 días después de la publicación de la ley en el Diario Oficial, el regulador actual será historia. Puede sonar triste para quienes lo defendieron con pasión, pero también es una oportunidad de reconfiguración. Lo importante será vigilar que la nueva Agencia no caiga en las mismas tentaciones ni se convierta en un brazo político más.

En resumen, sí, la ley tiene pasajes reciclados y muchas dudas sin resolver. Pero también trae ideas nuevas, enfoques más prácticos y algunos buenos deseos. Y aunque el camino no será fácil, si se logra implementar con sensatez y sin filias ni fobias, esta ley podría ser el comienzo de una nueva etapa para las telecomunicaciones en México.

Columnista y comentarista

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