Va una mala noticia para los odiadores del fútbol, o mejor dicho, para los que presumen no verlo, pero lo critican con pasión. Si creías que el fin de semana pasado se acabó la sintonización de partidos de algún equipo de la Liga MX, te equivocaste. El fin de semana viene una final no oficial, pero con todo el sabor de una verdadera disputa internacional.

El próximo sábado el Club América se juega algo más que el orgullo. Enfrentará al LAFC por un boleto directo al Mundial de Clubes 2025 de la FIFA, torneo que ya se cocina como el más ambicioso experimento global de fútbol y tecnología. El ganador de ese partido reemplazará al Club León, que fue descalificado por la FIFA por violar las reglas de multipropiedad.

El Mundial de Clubes 2025 será el escaparate donde el fútbol se convertirá en una industria más tecnológica que nunca. Ya no se trata solo de meter goles, sino de cómo se meten, cómo los ves y cómo se analizan.

La FIFA quiere que este torneo sea un laboratorio de innovación que pueda competir, en espectáculo y precisión, con cualquier otro evento deportivo. Por eso ha desplegado un arsenal de herramientas tecnológicas que cambiarán la forma en que se vive el fútbol.

Para empezar, la transmisión del evento dará un salto cualitativo. Plataformas de streaming como DAZN ya anunciaron que ofrecerán cobertura gratuita, en vivo, y con una serie de funciones interactivas que buscan enganchar a la audiencia más joven. Repeticiones instantáneas, análisis en tiempo real, acceso a múltiples ángulos de cámara y gráficos enriquecidos.

No es sólo un cambio técnico, es una transformación de modelo, ahora el fútbol se empaca como experiencia digital. Y eso cambia las reglas para todos los jugadores del ecosistema mediático. Las televisoras tradicionales, las plataformas OTT, los anunciantes, los generadores de contenido y los propios clubes, ahora deben pensarse como creadores de experiencias, no sólo como equipos de fútbol.

Por cierto, hablando de fútbol, de odiadores de TV y del América, permíteme hacer paréntesis… Resultan impresionantes los datos que ofrece HR Ratings sobre las audiencias alcanzadas por TelevisaUnivision durante el partido de vuelta de la gran final entre Toluca y América.

Según la empresa oficial medidora de audiencias de video en México, 11 millones de personas vieron la transmisión de TelevisaUnivision durante el segundo partido de la final. HR Media informa además que el partido del domingo ha sido uno de los que han tenido la mayor audiencia. Si se juntan las señales del 2, 7 y TUDN el alcance fue de más de 24 millones de personas. ¿Quién dice que el fútbol ya no emociona?

Pero volviendo al Mundial de Clubes, otra de las tecnologías más esperadas es la tecnología semiautomatizada de detección de fueras de juego, que ya se probó en torneos anteriores. No más discusiones bizantinas en X (Twitter) sobre si el talón del delantero estaba adelantado o no.

Esta tecnología, ya probada en torneos como el Mundial de Catar, utiliza sensores y sistemas de inteligencia artificial para crear representaciones tridimensionales en tiempo real, identificando con precisión si un jugador está en fuera de lugar. Adiós a los festejos frustrados por un dedo meñique que estaba en posición adelantada.

Otra innovación notable serán los balones inteligentes, equipados con sensores que registran datos de cada toque, cada impacto, cada gol o mano (No era penal). Para los árbitros, esto significa decisiones más rápidas, para los entrenadores, datos precisos para ajustar tácticas, y para las marcas, más métricas para venderte hasta la suela del zapato.

También veremos la introducción de la llamada “Ref Cam”, una pequeña cámara colocada en el cuerpo del árbitro que ofrecerá una vista desde los ojos del silbante, con todo y jaloneos, gritos y reclamos en primer plano. En manos de un buen equipo de producción, todo esto puede generar historias con más tensión que una serie televisiva. Más contenido visual, perfecto para las plataformas digitales y con un potencial viral.

Además, el volumen de datos en tiempo real que se generará será monumental. Cada toque, cada carrera, cada movimiento del balón podrá ser analizado, empaquetado y distribuido a medios, comentaristas, fanáticos y marcas, abriendo nuevas ventanas de negocio en torno al contenido deportivo. Y no olvidemos las amplias posibilidades de ingresos que la data puede aportar a los sitios de apuestas.

Ya no se trata sólo de transmitir un partido, sino de crear contenido cruzado que sirva para alimentar redes sociales, apps, análisis post partido y hasta experiencias de realidad aumentada.

Para la FIFA, el evento representa mucho más que una competencia entre 32 clubes, es la oportunidad perfecta para consolidar su visión de entretenimiento deportivo digital. Por eso hay tanto interés en equipos con fuerte arraigo mediático, como el América. No es lo mismo vender un paquete de derechos de transmisión con un club que llena dos veces el Estadio Azteca que con uno que apenas genera eco en sus redes.

Si alguien cree que esto es sólo una cuestión deportiva, se equivoca. Lo que está en juego son audiencias, contratos, patrocinadores, derechos de transmisión y una maquinaria mediática que gira alrededor del club más taquillero del país. A la FIFA, a las televisoras y a los anunciantes les conviene, y mucho, que el América esté en ese torneo. No sólo porque llena estadios y genera conversación, sino porque también garantiza vistas y clics en Estados Unidos, donde vive buena parte de su afición binacional.

Si América califica, las marcas tendrán un escaparate perfecto no sólo en términos de visibilidad tradicional, sino dentro de estos nuevos formatos interactivos. Ya hay patrocinadores interesados en generar experiencias personalizadas dentro de las apps de transmisión, desde trivias en vivo hasta promociones ligadas a eventos del partido.

Así que, si el América gana el sábado, no sólo estará consiguiendo un boleto a un torneo internacional, también estará asegurando su lugar en una nueva narrativa mediática global donde el fútbol ya no se juega sólo en la cancha, sino también en las plataformas, las pantallas y los algoritmos.

Con este cambio ganan los clubes que lo entiendan, ganan las plataformas que sepan empaquetarlo, ganan las marcas que se suban a tiempo y, si nos va bien, ganamos los aficionados que buscamos más que 90 minutos de transmisión.

Y si pierde el Ame, bueno… al menos ya nos tocaba volver a sentir eso que le llaman derrota.

Columnista y comentarista

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Comentarios