A once meses del silbatazo inicial de la Copa Mundial en México, Estados Unidos y Canadá, el futbol hierve en estadios, tribunales, pantallas y cuentas bancarias. No es exageración.
El domingo pasado, México venció a Estados Unidos en la final de la Copa Oro de la Concacaf, pero la fiesta no termina ahí. Este fin de semana se jugará la final del Mundial de Clubes con acento europeo. A estas alturas, los “Fifas” están como en su fiesta de graduación: emocionados y sin ganas de irse a casa.
Aunque la selección mexicana no haya convencido, aunque las políticas migratorias en Estados Unidos sean restrictivas y aunque los escándalos de corrupción en la FIFA sigan apareciendo como si fueran tarjetas amarillas, el futbol no deja de convocar multitudes.
Según la ACAM, con datos de HR Media, la final de la Copa Oro fue vista por 19.1 millones de personas a través de canales de TelevisaUnivision. Y eso que no era el Mundial.
Los números no mienten. El futbol dejó de ser un deporte para convertirse en una industria cultural, política y económica. Un modo de vivir, una bandera identitaria, un canal publicitario. Y las marcas, como siempre, no quieren perderse el espectáculo.
Un estudio de Magna, publicado en junio, proyecta que el mercado publicitario global se reactivará en 2026 con el regreso de los grandes eventos, como la Copa Mundial. Si bien no todo será efecto del mundial de futbol, se estima un crecimiento de 6.3 % y ventas por más de un billón de dólares. WARC, firma de análisis y datos, afina un pronóstico todavía más optimista, con una inversión publicitaria global de 1.23 billones de dólares para 2026, con un aumento de 7%. Sí, billones.
La FIFA, buena para generar efectivo, ya planea captar 13 mil millones de dólares entre 2023 y 2026, incluyendo los ingresos de la Copa Mundial Femenina, el Mundial de Clubes y sus consabidos contratos de licencias y patrocinios. La expansión del Mundial 2026, con 48 equipos y 104 partidos, aportará una gran parte de esa cifra.
Pitch Marketing Group, con sede en Londres, estima que solo el Mundial del T-MEC dejará 10 mil millones de dólares para la FIFA. Obvio, más partidos, más pantallas, más anuncios.
Según ejecutivos de marcas entrevistados por Picth Marketing, el torneo del próximo año será “el mayor fenómeno cultural de la historia”. Así de simple. El Mundial será el lugar donde colisionen deporte, tecnología, música, medios, política e identidad.
US Media, compañía especializada en soluciones publicitarias, ya lanzó su llamado. Su vicepresidenta de ventas, Julieta Henry, recomendó que las marcas diseñen campañas para influir en los 5.5 millones de turistas futboleros que llegarán sólo a la Ciudad de México.
La meta no es nada más impactar; también es modificar comportamientos, percepciones y hábitos de consumo. No basta con contratar una botarga o imprimir balones con logos. Hace falta tecnología, creatividad, data y equipos que entiendan la magnitud del fenómeno. Pero para eso están las agencias.
Sin embargo, en esta lluvia de billetes, contratos y goles, también regresa el eterno aguafiestas: la corrupción. Hace unos días, la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de Estados Unidos restableció la condena penal contra Hernán López, exejecutivo de Fox, por corrupción.
López fue acusado de pagar sobornos para que Fox obtuviera los derechos exclusivos de transmisión de la Copa Libertadores y los Mundiales de 2018 y 2022. Se supone que en 2023 había sido absuelto, pero la nueva decisión judicial obliga al juez a emitir una nueva sentencia. El VAR judicial decidió revisar la jugada.
Y como en el futbol las tarjetas se reparten parejo, Carlos Martínez, actual vicepresidente ejecutivo de Fox para América Latina, también volvió al radar. De acuerdo con fuentes periodísticas, Martínez habría trabajado directamente con López entre 2011 y 2016. Se menciona su participación en la frustrada venta de Fox Sports México a Fox Corp. y en negociaciones secretas para adquirir derechos del futbol mexicano.
En paralelo, Tubi (la plataforma gratuita de Fox) despegó en México sin mucho aviso. ¿Coincidencia? ¿Oportunismo? Seguramente. Cuando hay balón y dólares en juego, nadie quiere quedarse en la banca.
Es que el futbol es juego, espectáculo, negocio y territorio de poder. No es sólo el gol o el penalti; es la transmisión, el patrocinio, la audiencia, el streaming y los contratos. Por eso está caliente (muy caliente) en las canchas y en las cortes; en los escritorios de los creativos y en las oficinas legales; en los asientos del estadio y en los pasillos de las agencias.
Lo que queda claro es que, nos guste o no, el futbol sigue siendo un pretexto para convivir y celebrar ya sea en familia o en pantallas. Ojalá no lo maten por codicia. Ojalá no logren patear a la gallina de los balones de oro.
EDUCANDO A LA IA CON SELLO PROPIO
Quien anda muy movido es Guillermo Chávez, fundador de B-Drive Technologies, que ahora se puso el sombrero de educador. Según Mis Amigos Chismosos (MACH), Chávez no sólo escribe código, también quiere formar talento en inteligencia artificial. El plan incluye convocar a recién egresados o jóvenes profesionistas para capacitarlos y, de paso, ficharlos para su empresa o para sus socios. En esta primera generación quiere sacar al menos a 20 nuevos especialistas en IA, porque —como ha visto en su carrera— sin formación no hay innovación. El modelo es simple: entrenar, capacitar y emplear. Suena lógico, aunque en este país eso parezca ciencia ficción. Chávez se dio cuenta que esperar a que las universidades produzcan talento es como esperar que México gané el mundial de futbol. Así que mejor lo hace él mismo, con sus incondicionales, a su modo, y con visión empresarial. A veces, para cambiar las cosas, hay que educarlas.
MUJER TRANSFORMADORA
El próximo 16 de julio será el lanzamiento del libro autobiográfico ‘El arte de hacer que suceda’ de Fernanda Guarro, presidenta y directora general de 3M México, una multinacional de Estados Unidos propietaria de las marcas Post-it y Scotch-Brite, entre otras. Sus editores advierten que no es un libro sobre empresas, cifras o títulos, sino que se trata de la historia de una mujer que decidió transformar los desafíos, las pérdidas y las heridas en fuerza, propósito e inspiración. Dale.
Columnista y comentarista