Ya casi estamos en la cuenta regresiva. Ya muchos están en el balance de los éxitos y fracasos. Todo el mundo reflexiona lo que la pandemia nos ha dejado y cómo debemos reinventarnos para tener un nuevo futuro. Podría ser que estemos hablando del año 2021 que está por morir, pero también podría aplicarse a lo que sigue siendo la (única) feria de tecnología del mundo: el Consumer Electronic Show (CES).
Desde hace años este evento anual comenzó a perder la fuerza y el brillo que tuvo en los 90 y los dosmiles. Muchas empresas tecnológicas de gran calado comenzaron a declinar su participación en el CES, pues optaron por realizar sus propios eventos y lanzamientos. Para muchas, resultaba más rentable organizar su fiesta privada que perderse en el océano de lanzamientos y presentaciones en el marco del CES.
Sin embargo, la pandemia de Covid-19 vino a incrementar la idea de que la presencia física en el CES era algo totalmente prescindible. El año pasado fue un evento casi virtual. Alguno que otro temerario se aventuró a realizar un evento físico y, aunque este año el panorama pintaba mejor, la variante ómicron está derrumbando poco a poco la expectativa de éxito.
Tal y como se están presentando la cantidad de infectados en Estados Unidos y Europa, en el CES las empresas fueron contagiándose de pesimismo y ahora crece la lista de cancelaciones. El 22 de diciembre comenzó Lenovo, diciendo que suspendería toda la actividad presencial en Las Vegas; luego vinieron T-Mobile, Amazon y Meta. Después vino el anuncio de AT&T y de la infaltable de la fiesta, la fabricante de televisores y electrodomésticos Hisense.
Alphabet, Twitter, Pinterest, Waymo y General Motors se subieron a la tendencia y, aunque la CEO de la firma automotriz, Mary Barra, sería una de las oradoras principales, la cancelación vino sin miramientos. Incluso, la Chevrolet Silverado eléctrica esperará otro momento para ser presentada.
Intel dice que tendrá presencia mínima en Las Vegas y que se decantará por una experiencia digital. El martes pasado la fabricante de procesadores AMD también se bajó del barco y ya no estará físicamente en el CES. Samsung, LG, Panasonic y Sony todavía mantienen firme su intención de asistir, pero no sabemos hasta cuándo.
Ante este panorama, la pregunta es: ¿cómo podría reinventarse el CES? Al parecer, ellos ya tienen la respuesta: las empresas emergentes, los startups y las pymes.
Directivos del CES reconocen que han recibido 42 cancelaciones de expositores (menos de 7% del piso de exhibición), pero también han agregado 60 nuevos expositores para el evento presencial.
Cientos o miles de pequeñas y medianas empresas del mundo, incluyendo varias mexicanas, siguen viendo al CES como un gran escaparate para mostrar productos y servicios que revolucionarán a la electrónica de consumo. Las inscripciones para el acceso digital y presencial siguen fuertes, sólo que ya no serán los grandes buques ni las grandes naves los que se aparquen en el CES; serán las pymes, los emprendedores y los innovadores quienes estarán presentes, pues el Covid-19 ya les ha hecho demasiado daño.
UNOS SUBEN Y OTROS…
El Covid-19 y su variante ómicron sigue fastidiando a muchas empresas, y la última prueba la dio ayer Samsung, al informar que el aumento en las infecciones provocó el cierre temporal de operaciones de sus fábricas en Xi'an, capital de la provincia china de Shaanxi.
Estas fábricas producen 15% de chips NAND de todo el mundo, lo que podría provocar que los productos basados en chips 3D NAND suban de precio; es decir, las unidades de disco sólido (SSD) o memorias DRAM se encarecerán y, tal vez, con ello veremos nuevos efectos en las cadenas de suministro de otros productos en otras industrias.
Mientras tanto, el valor de las acciones de su competidor, Western Digital, creció hasta 5.8% en los mercados de valores de EU, como efecto del anuncio del cierre parcial de las fábricas de Samsung. Western Digital tiene plantas de producción más diversificadas, una en Malasia y otras dos en Tailandia.
Tanto en el caso del CES como en el de Samsung, la reinvención debe pasar por la diversificación y, en el caso personal, creo que es una lección que debemos llevarnos para empezar el año con nuevos objetivos. Salud física, mental, financiera y familiar es lo que sinceramente te deseo para 2022. Abrazos.
Twitter: @hugonzalez0