En medio de las discusiones sobre la ley de telecomunicaciones y radiodifusión han surgido ideas, propuestas, mentiras y exageraciones. Sin embargo, también han aparecido dudas razonables, malas intenciones políticas y planes de negocio. Sobre esto último, destaca la idea de Megacable, empresa de telecomunicaciones que ya ve una oportunidad para encontrarle el business.

Aunque para muchos parece farragoso, el foro de acercamiento de Megacable con sus clientes, siempre resulta periodísticamente atractivo. En esta ocasión la edición 2025 de la gira Megatec de Megacable, no fue la excepción.

Aunque no siempre estoy de acuerdo con sus puntos de vista, siempre agradezco que el director general de Megacable, Enrique Yamuni, nos exponga sin filtros, lo que piensa. El jueves pasado en su conferencia de prensa, Yamuni no cayó en la trampa y pidió esperar a ver cómo quedaba la Ley de telecomunicaciones para evaluar sus estrategias de negocio.

Algunos colegas querían que diera una declaración más fuerte y esperaban que dijera que frenaría sus inversiones, pero no fue así. Lo que sí dijo es que, así como estaba la iniciativa, estaba mal. Además, hizo su luchita para pedir que vuelvan a ser válidos los amparos en contra de sanciones y resoluciones que aplique la autoridad a los operadores. Pero creo que dijo algo mucho más interesante: que el gobierno nos rente la infraestructura.

La idea de Yamuni y Megacable es que el gobierno les rente a las empresas privadas la infraestructura de redes que ya está montada por todo el mundo mediante Asociaciones Público-Privadas (APP). Interesante pero no sé viable.

Maliciosamente (lo reconozco) este reportero le preguntó a Yamuni si lo que estaba proponiendo es un esquema de subrogación de infraestructura y el directivo dijo que sí.

Siendo claros, al pensar en la idea de que el gobierno le rente la infraestructura a las telcos mediante APPs, me recordó mucho a la subrogración de servicios como los de las guarderías del IMSS. No quiero decir que sea igual, pero ¿no sería un incentivo para cobrar por usuario y no por calidad del servicio? ¿No serviría este esquema para (como en las guarderías) cobrar por usuarios ficticios? No es falta de cariño, solo es que, después de tantos años de engaños, nos volvimos muy mal pensados.

Pero las declaraciones de Yamuni, me hacen confirmar que hay mucha confusión en la industria pues siguen pensando en una eventual competencia con el Estado. Sigo pensando que la competencia solo se da en lugares donde ya operan los privados y eso (se supone) no le interesa al gobierno. Me queda claro que no habrá competencia porque la empresa estatal daría servicios exclusivamente donde no hay servicio privado. Sin embargo, eso debería quedar muy claro en la redacción de la ley.

Para Yamuni, otra alternativa sería que el gobierno proporcione subsidios directos a la población que no puede costear un servicio de internet, utilizando mecanismos como “tickets electrónicos”. Esta medida permitiría direccionar los recursos públicos exclusivamente al uso de internet, en lugar de destinarlos a la creación y mantenimiento de infraestructura adicional, y mucho menos, como dice el directivo; a la compra de caguamas.

Esta idea parece también interesante pues hasta el más humilde de los mexicanos tendría el poder de usar el internet para servicios públicos y comerciales, hasta entrarle al ecommerce incluso para comprar las caguamas. Que siga la conversación.

IMPRIMIR CON TRANSPARENCIA

En medio del esfuerzo por mejorar la gestión pública, el IMSS tiene la oportunidad de fortalecer sus controles. Zoé Robledo podría mantener la buena impresión de su gestión en el IMSS, al encontrar apoyo en Raquel Buenrostro, titular de la Secretaría de la Función Pública. Juntos podrían revisar posibles irregularidades en licitaciones que, según voces del sector, se estarían repitiendo en distintos estados.

Desde la delegación Veracruz Norte, algunas impresoras empiezan a escupir más que tinta pues testimonios de los participantes apuntan a presuntos sobrecostos en cartuchos Lexmark en la licitación LA-50-GYR-050GYR014-N-142-2025. Todo esto beneficiaria a empresas como Ofivillanely, Valmar Digitalmicro y TCA Empresarial.

Dicen que no es la primera vez que ese tóner huele raro. El mismo modus operandi habría pasado por Querétaro, Sinaloa, Tlaxcala y hasta Yucatán. Lo positivo es que hoy el IMSS está a tiempo de revisar procesos y prevenir prácticas cuestionables antes del fallo programado para el 28 de mayo. Con apoyo interinstitucional, se puede garantizar que las compras públicas no solo cumplan con la ley, sino que también optimicen el gasto en beneficio de los usuarios. Esperemos que Robledo y Buenrostro le den al botón de “Imprimir con transparencia”.

LA REVOLUCIÓN 3D

Por cierto… Bambu Lab, el gigante chino de impresión 3D, decidió que México no es futuro, sino presente. Por eso anuncia su llegada con su plataforma H2D, una estación de fabricación digital que imprime en 3D, corta y graba con láser, y hasta dibuja con precisión industrial… todo desde el escritorio. Todo en uno, sin ocupar más espacio que un microondas y con potencia de fábrica.

Fundada en 2020 por un grupo de ingenieros con obsesión por la tecnología, Bambu Lab no tardó en romperla. Su primera impresora, la X1, fue nombrada uno de los mejores inventos de 2022 por la revista Time. No es casualidad que ahora apunten hacia América Latina con ambición de comerse México y Brasil.

La llegada de Bambu Lab al país no solo amplía la oferta para creadores, makers e industrias ligeras, también democratiza el acceso a tecnología de fabricación avanzada. Mientras muchos siguen soñando con un futuro digital, aquí ya se imprime, corta y graba. Literal. Si el futuro cabe en un escritorio, en México ya se vende.

GRÚAS QUE PIENSAN

En el puerto de Veracruz ya no se mueven fierros, se mueve el futuro. Este fin de semana llegó a Hutchison Ports ICAVE una nueva grúa Súper-Post-Panamax que no solo carga 81 toneladas con precisión quirúrgica, también opera sin piloto a bordo. Dirigida desde una sala de control, esta grúa de brazo extendido; con 68 metros de músculo eléctrico, es parte de la apuesta verde que lidera Susana Díaz Virgen en Veracruz y Jorge Magno Lecona en toda la región.

El chiste no es solo levantar contenedores, sino hacerlo con inteligencia artificial y cero emisiones. Hutchison Ports México no se anda con planes vagos: para 2033 quiere reducir en más de 50% sus gases de efecto invernadero y llegar al cero neto en 2050. Mientras otros puertos siguen esperando presupuestos o permisos, en ICAVE ya tienen ocho grúas con cerebro y cero humo.

La inteligencia no siempre está en la torre de control. A veces cuelga de un gancho, se mueve sin piloto y piensa en verde.

Columnista y comentarista

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