El disgusto de la población de Estados Unidos supera al sector financiero y sus fronteras. En México, dos bancos y una casa de bolsa son afectados entre la lucha contra el narcotráfico, el fentanilo y la fobia migratoria. Así, la caída de confianza no ha podido explicarse de forma tradicional y ha dejado a economistas y abogados perdidos en la traducción.

Tres órdenes del Departamento del Tesoro de EU han sacado de su comodidad al sistema financiero mexicano y al propio gobierno. La Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN) ha realizado sanciones que trascienden bancos y casa de bolsa. En la actual “crisis de los opioides sintéticos” de EU, las financieras mexicanas pueden ser consideradas como actores internacionales “terroristas” que cooperan con las organizaciones del tráfico de drogas (DTO). Y el elefante en la mesa son las empresas chinas acusadas de lavado de dinero.

CIBanco, Intercam y Vector fueron reprendidos desde Washington. La pregunta es si bastará con que se defiendan legalmente. O deberán atender la narrativa sobre narcóticos, indocumentados y remesas, siendo esto lo que concierne a los votantes de la Unión Americana. ¿A quién le deben de hablar?, ¿a México?, donde están domiciliados, o ¿a Estados Unidos?, quien les infligió el castigo.

El debate en EU no tiene un fondo legal o económico, sino político y por eso es difícil de atender. La confianza en los servicios financieros de México y su gobierno venía cayendo desde 2021, según el Reporte Global Edelman. De 2022 a 2023, la confianza general de México descendió dos posiciones más, mientras Brasil se mantuvo y Tailandia, Nigeria y Malasia ascendieron con rigor. La confianza en el sector financiero mexicano sí subió de 2024 a 2025, mas parece que eso no preocupaba al gobierno de Estados Unidos.

El fentanilo ha causado miles de muertes. Coincide con el aumento de la pobreza estadounidense y de la comunidad “blanca”. Un tercer factor es la animadversión contra los trabajadores extranjeros. En 2023 se registraron 47,754 muertes por sobredosis de fentanilo entre los “blancos”, tres veces más que en los “negros” y cuatro veces más que en los “hispanos”, de acuerdo con la organización KFF y datos del Centro Nacional de Estadísticas de Salud.

60 millones de blancos estadounidenses son pobres o tienen bajos ingresos, según el profesor William F. Felice. En tanto, 140 millones de “americanos”, 43% del país, sufren pobreza y no tienen para pagar un médico. El trabajador promedio de EU gana 34 dólares menos que hace 50 años, ajustando la inflación. Hay una pérdida de estabilidad en general, miedos económicos y raciales. Se ha gestado un ambiente en el que los migrantes indocumentados son percibidos como amenaza laboral, criminal y expulsores de dinero al extranjero (remesas).

Por eso es importante entender que la respuesta que espera EU va más allá del seguimiento de los controles legales mexicanos. Se refiere al interés nacional, definido en la Casa Blanca y por el electorado estadounidense.

El saneamiento apenas comienza. Hay una lista de bancos y casas de cambio mexicanos que pueden ser sancionados por FinCEN desde EU directamente. Las instituciones financieras estadounidenses tendrían prohibido transferir fondos a cualquier institución señalada. Hay impacto reputacional y daños colaterales. El ejemplo es CIBanco: cancelación de operaciones de Visa, retiros de capital y dificultades para su supervivencia.

Especialista en geopolítica y miembro de Comexi

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