Demás está hablar de la polémica suscitada ésta semana con respecto a la presunta discriminación en el restaurante Sonora Grill de la zona de Polanco.
Sin embargo, un comentario publicado por una joven en redes sociales es sin duda una muestra de que esa discriminación no es un fenómeno aislado, sino que se extiende a todos los confines de nuestro país por causa de una cultura clasista, racista, aspiracional y sicológicamente violenta.
Anexamos íntegro el comentario de una joven mexicana que ha sufrido éste tipo de discriminación en diversos lugares que muchas veces ostentan, incluso reglamentos al respecto.
¿Discriminación en el Sonora Grill? Lo hablan por todos lados como si fuera una excepción, sin embargo, esto sucede todos los días en casi cualquier parte. Pasa que lo vas normalizando, sabes que así será y al final, que es parte de la vida.
Hace algunos años, cuando estaba a punto de abordar un avión para viajar a Europa, iba sola, y me abordó más bien un tipo, o sea un señor de la aerolínea, y me dijo: ¿puedes venir? Los enfrente de mí abordaron sin problema y los que iban atrás de mí, también abordaron el avión. En un cuartito, el señor me cuestionó a dónde iba, cuánto dinero traía, qué lugares visitaría y dónde me quedaría. Como no soy de finos rasgos y menos aún, güerita, pues se les hacía difícil creer que yo viajaría con mi dinero que había ahorrado gracias a mi trabajo, y que no tuviera unos papás que me paguen esos viajes. Supongo que era más fácil decir que mis papis me lo estaban pagando.
Luego, es casi recurrente que voy a Walmart y me andan siguiendo los que trabajan ahí cómo si me fuera a robar algo. Uy, en los centros comerciales ni se diga. Es súper incómodo tener atrás a alguien que te está observando. Y la última, que sucedió hace poco, en Lumen, el lugar preferido de los diseñadores. Pensaba comprar ahí un plotter. Pero los de vigilancia andaban atrás viendo que hacía. Bueno no les compré un plotter. Lo compré en línea en otro lado. El comercio en línea no sé anda fijando en mi color de piel o mi forma de vestir para ver si tengo dinero.
Ya desde niños nos vamos acostumbrando a esos tratos y lo normalizamos. Y entrar a esos lugares como el Sonora Grill nos hace sentir que somos pudientes, aunque sepamos que nos cobran como si no pudiéramos encontrar un pedazo de carne en cualquier lugar o la cerveza fuera exclusiva. En fin, nunca he ido y la verdad no iría nunca.
Twitter: @homerobazan40