Ese día al sentir el sismo mi primer impulso fue mi familia y mi niña de cuatro años de edad, llegué a su escuela y todo estaba bien y comencé a escuchar que en la Colonia del Valle necesitaba ayuda porque se habían colapsado varios edificios y entonces hice lo que a miles de mexicanos nos enseñan en casa, dar la mano a quien lo necesita, llegamos Fernanda y yo a la calle de Escocia y cómo nosostros muchas más personas y comenzamos a quitar piedras teniendo solo las manos como herramientas y el corazón como motor.
Raúl Flores Dávila
Yo siempre digo con orgullo que soy mexicano pero ahora al ver la solidaridad con que nos manejamos no solo digo si no hoy me siento más que nunca orgulloso de ser mexicano.