Nuestro país, a causa del sincretismo entre culturas que se ha dado a través de los siglos, sobre todo las precolombinas con la española, ha producido una rica tradición oral en prácticamente todos los estados y que se resiste a morir; mucha de esta pervive en eterno riesgo a causa de la disminución en el número de hablantes nativos de lenguas indígenas, fuente primigenia de leyendas y tradiciones que nutren esa esquiva identidad mexicana que llevamos siglos persiguiendo. Sí, algunas instituciones han buscado preservar la tradición oral dedicándose a transcribir esas narraciones transmitidas de generación en generación; también, no han faltado autores que han recopilado algo de esta riqueza cultural mexicana, pienso por ejemplo, un caso muy reciente, en Laura Íñigo y su libro “Mitos y Leyendas de México”; por supuesto, esto no debería restar esfuerzos que vayan encaminados a motivar la oralidad. Aquí hay que mencionar que particulares y asociaciones civiles han hecho una labor relevante, pero que quizá no han recibido la atención y los recursos necesarios para llevar a cabo esa labor; hace unos años, por ejemplo, la Secretaria de Cultura y el INBAL estuvieron promoviendo a una asociación civil llamada Foro Internacional de Narración Oral que organizaba eventos y talleres para motivar la narración oral; los registros de esta asociación civil, con este proyecto en particular, parecen haber llegado a su fin en 2018, si bien la asociación sigue activa parece que se están enfocando a impartir talleres para enseñar a contar historias a través de la narración oral.
Hace no mucho, el periodista cultural Iván Serrano comenzó un proyecto interesante, en línea, dedicado a perpetuar la tradición oral jalisciense; esta iniciativa fue llamada “Jalisco Voces de Leyenda” y registra una serie de leyendas y mitos a lo largo de veinticuatro municipios de aquella entidad. Serrano ha recorrido el estado recopilando voces de algunos cronistas y otros habitantes de pueblos y ciudades que han compartido narraciones que han escuchado de generación en generación, historias del dominio público que suelen ser contadas en las salas de las casas, los cafés, al pie de las camas de los niños para motivar su imaginación; costumbres que, como bien muestra el periodista, están muy arraigadas de Acatic a Zapotlán, de norte a sur y de este a oeste en Jalisco; por supuesto, esta investigación ha mostrado que las nuevas generaciones y otros sectores de la población suelen ignorar los mitos y leyendas que se han contado ahí, en sus propios barrios, durante muchos años, por lo que el proyecto busca además de dejar un registro oral, en línea, aprovechar el boom podcasts y contenidos auditivos que están tomando un nuevo aire entre los jóvenes; de hecho, la leyendas pueden ser escuchadas en las principales plataformas de transmisión podcast, en las que se incluyen Spotify o Apple Podcasts.
Este proyecto cuenta con el apoyo de importantes instituciones como la Universidad de Guadalajara o las Secretarías de Cultura, local y federal, por lo que tiene buenas probabilidades no sólo de sobrevivir, también de seguirse nutriendo y quizá convertirse en modelo para que otros estados repliquen la fórmula. La página para conocer esta propuesta es ciudadolinka.com/leyendasjalisco