La estampa japonesa, también llamada Ukiyo-e fue un estilo que floreció en el país nipón entre los siglos XVII y XIX. Sus artistas produjeron grabados en madera y pinturas de temas cotidianos que iban desde personajes femeninos, luchadores de sumo o actores de kabuki que formaban parte de historias clásicas del Japón antiguo, lo anterior muchas veces con tintes eróticos. La estampa japonesa tuvo un importante periodo de esplendor en Europa para finales del siglo XIX, siendo un fuerte referente para algunos impresionistas como Monet o Van Gogh, quienes trataban de imitar la sensualidad oriental, el realismo, el intenso colorido y la temática variopinta que presentaban aquellos paisajes y escenas de la vida cotidiana. La “gran ola de Kanagawa”, por ejemplo, es quizá el grabado más reconocido hoy, creación del artista Katsushika Hokusau que a lo largo de los años ha sido inspiración para múltiples proyectos relacionados con la publicidad, el cine, el arte y la fotografía.

Las nuevas tecnologías han sido aplicadas también a esta forma paticular de arte; por ejemplo, el trabajador jubilado Tatsou Horiuchi desarrolla sus propias obras partiendo de la estampa japonesa y usando como herramienta las funciones y tablas de Excel.

El productor y animador de cine japonés Atsuki Segawa dio a conocer un interesante proyecto como parte de un concurso de GIFs y que sigue un arduo proceso de creación. Se trata de Moving Ukiyo-e o “Imágenes de mundos flotantes”. El proyecto se compone de dos etapas principalmente; en la primera Hokusau estudió y trató de reinterpretar 36 diferentes vistas al monte Fuji usando el estilo de los grabados en madera más famosos de las estampa japonesa. A través del trabajo en conjunto con varios artesanos, quienes adoptaron la técnica tradicional de aquellos tiempos para lograr esbozar, esculpir y colorear las obras, un trabajo que en general toma varios meses.

En la segunda etapa, Katsushika Hokusau ha dado vida a los grabados a través de la animación creando una serie de GIFSs que además cuentan historias del pasado, con elementos del futuro (o quizá del presente), en las que el tranquilo paisaje del monte Fuji se ve invadido por trenes bala, naves espaciales o aviones en vuelo que son derribados por personajes particulares y que hacen emerger olas inspiradas en las de Kanagawa, creando así un vínculo con las nuevas generaciones interesadas en la acción, alienígenas y videojuegos. El artista Segawa es un viejo colaborador de la empresa de tecnología de información japonesa NEC Corporation, lo que le hace tener muy presente aquello que más demanda tiene en el mercado que ha seleccionado como público objetivo. “Con el fin de aprovechar el lado más divertido y entretenido de la tecnología, optamos por plasmar el estilo de vida de la gente de aquel entonces con artilugios actuales y surrealistas”, declaró el director de cine ante los medios encargados de publicar su proyecto que puede apreciarse en su cuenta personal de Twitter @SegawaAtsuki.

Sin duda, esta innovación técnica permite que, a través de las redes sociales, obras clásicas que forman parte de la cultura aquel país sean reconocidas por las nuevas generaciones, la tecnología ha aportado no sólo a nivel estético, también popularizándolas a través del GIF, un formato que, como ya hemos comentado en este mismo espacio, es ya el soporte para obras literarias, plásticas e incluso cinematográficas.

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