En años recientes, la Inteligencia Artificial ha sido tópico para muchos estudiosos o interesados en las nuevas tecnologías, quienes han llegado a asegurar que las personas ya no son necesarias para desarrollarla, y para muestra basta con hacer alusión a la compañía de inteligencia artificial DeepMind, comprada por Google en 2010, por unos 450 millones de dólares.
Esta empresa es conocida por haber creado una red neuronal capaz de jugar videojuegos de una forma muy similar a como lo haría un humano, algo así como una máquina de Turing –a base de lógica algorítmica- neural con la capacidad de acceder a una memoria externa igual que una máquina convencional de este tipo, de modo que las características de DeepMind se asemejan a la memoria a corto plazo de un ser humano; los programadores han buscado procesos tan complicados como operaciones matemáticas o las estrategias utilizadas para los juegos de mesa del nivel del ajedrez.
La tecnología de Inteligencia Artificial de DeepMind se dio a conocer en la Future of Go Summit, cumbre encabezada por Google, cuya última sede fue la ciudad de Wuzhen en China, y lo hizo con un programa desarrollado por su equipo, llamado AlphaGo y programado con la tarea de vencer al campeón del mundo de Go Lee Se-Dol. Go es uno de los juegos más estratégicos del mundo, y evidentemente Google logró su objetivo sin problema aunque sólo por medio punto, a pesar de que el nivel de dificultad de Go es mucho mayor que el del mismo ajedrez, gracias a que su estrategia presenta miles de posibilidades. Los creadores de DeepMind han explicado en varias ocasiones que lo que busca la tecnología es resolver inteligencia, lo cual están tratando de lograr mediante la combinación de las mejores técnicas de aprendizaje automático y neurociencia de sistemas, para construir potentes algoritmos de aprendizaje de propósito general y con ello desarrollar inteligencias mucho menos dependientes de un programador.
Según los fundadores de DeepMind, la inteligencia a un nivel humano en una máquina puede ser lograda cuando ésta pueda jugar un rango amplio de juegos, así como transferir conocimientos en sistemas que no están pre programados y que lo maravilloso de su programación es que su inteligencia aprende de la experiencia usando únicamente pixeles primas como datos de entrada, así, si la máquina quiere aprender la lógica de cualquier videojuego, sería más precisa que cualquier humano experto y esto gracias a su experiencia.
A pesar de que todo esto nos pinta un futuro prometedor, hay algunos expertos que han manifestado su intranquilidad al darle tanta independencia neuronal a una máquina. En una pregunta formulada al importante neurocientífico británico experto en Inteligencia Artificial Demis Hassabis al final de la plática que dictó en el University College London, aseguró que la Inteligencia Artificial es una herramienta increíble para acelerar el descubrimiento científico, convirtiéndose en una de las tecnologías más benéficas de la raza humana, sin embargo y como cualquier otra tecnología potente, hay muchos riesgos , depende mucho de cómo la sociedad decida poner en práctica su funcionalidad para construir el futuro. Pero si ya vimos que esta tecnología está escribiendo historias, contando cuentos a nuestros hijos y ganando juegos de mesa, seguro en breve podrá desarrollar actividades mucho más humanas.