A veces me da la impresión de que las brechas generacionales se han ensanchado más todavía en este siglo que en las últimas décadas del muy reciente siglo pasado. Amén de que lo que esta mañana es tendencia, por la tarde puede que sea sustituida por otra cosa, pero ya no nos resistimos a que los cambios se produzcan en un parpadeo.
Tik Tok es ya desde hace un buen rato algo más que una tendencia pasajera es la red social más consolidada en todo el mundo, una que además no deja de crecer mes con mes, y si ha tenido oportunidad de ver otras noticias tecnológicas sabrá que recientemente recibió ataques y baneos por parte de miembros del congreso estadounidense; el origen chino de la plataforma es su maldición, no las insipiencias que uno suele encontrar de manera abundante ahí.
Y ya sé que este soliloquio parece ir encaminado a desmotivar su uso (o todo lo contrario, como pasó con aquellos ataques y con todo lo que intentaron desmotivar), pero no, la motivación es explorar la red social semierótica y de humorismo para encontrar joyas, después de echar un vistazo a lo otro, claro. Aquí algunas cuentas culturales que podría explorar si le llama la atención la plataforma.
Cultura UNAM, por ejemplo, tiene un canal ahí, en el sitio de micro videos en vertical, el público al que va dirigido es, por supuesto, los centenials. Ahí está la vida (abreviada) de Rachmaninov; También información de la película El submarino amarillo; cómo funcionan las ilusiones ópticas; curiosidades sobre Mozart y Beethoven, el Cascanueces y más:
Universum tiene también su canal, en el que no sólo distribuyen datos e información, también invitan a realizar experimentos en casa. Ciencia y cultura en un muy lúdico canal, que cuenta ya con más de 92 mil seguidores:
El museo del Prado tiene también su canal, y aunque en un tenor más serio que el Cultura UNAM, aquí también hay mucho arte para consumir, algunos videos con visitas que superan los 15 mil espectadores, un número nada despreciable para estos rubros:
El Rijksmuseum, de Amsterdam, hace lo propio con producciones bien elaboradas buscando dar el toque de humor que motive a los jóvenes a aprender de las obras que hay se resguardan:
La Galería italiana Uffizi juega con lo visual de maneras particulares, con guiños a los gifs de finales de los 90 que rondaban en lo kitsch; eso sí, la información está sumamente cuidada:
Por supuesto, no sólo las grandes instituciones cuentan con canal, basta con meterse a curiosear por pequeñas galerías, museos, escuelas y demás instituciones y cuentas personales para encontrar buenos materiales. Quizás, al final, esta es una de las principales plataformas para promover la cultura en los próximos años, no caería mal irle echando un ojo.