El espíritu de los universitarios no sólo habló, gritó, ensordeció y aniquiló la final adelantada que La Máquina aseguraba que tenía; los Pumas dieron cuatro zarpazos, no recibieron gol e increíblemente y sin que nadie lo hubiera pensado eliminaron al Cruz Azul , en un episodio épico, de los que pocas veces atestiguamos y nos fascinaría vivir más seguido.

El más reciente e impactante que recuerde fue el del Liverpool-Barcelona , cuando los Reds remontaron un 3-0, ganando por cuatro en Anfield; de aquí emprendieron el camino para levantar la Orejona.

Los Pumas

demostraron coraje, hambre, complicidad, pasión, disciplina, de la mano de un buen funcionamiento y concentración; no tenían nada qué perder, la confianza aumentó al anotar al minuto 4, provocando un temor en los de azul que se fue propagando y contagiando de una manera paralizante en todo el plantel. Se empezó a perder la seguridad, no había quien pusiera orden, no hubo un grito en la cancha, sin líderes, el miedo se apoderó del talento, el cual no pudo asomarse; ¿dónde quedó ese equipo que eliminó a Tigres, que se defendió notablemente y tuvo un gran manejo de partido? Se esfumó, y sus anteriores fantasmas aparecieron, impidiéndoles avanzar para caer de una manera estrepitosa, sin dignidad ni honor deportivo.

Ahí están estos Pumas en la final; una historia de éxito, de un equipo Cenicienta, con un comienzo muy incierto por todos los cambios suscitados, y por los que nadie (incluyéndome) creía en ellos. Gran trabajo de Chucho Ramírez, que sin grandes inversiones, con jóvenes canteranos con espíritu puma y un Talavera de líder, logró llegar a la final, a la cual arribarán no creyendo en nadie.

Por otro lado el León —que sigue derrochando el mejor futbol—, eliminó a unas Chivas que no supieron aprovechar el envión que les dio el haber eliminado al América y pareció que se conformaron con llegar a la semifinal. Su calificación del torneo es reprobatoria después de lo gastado en refuerzos, los cuales no rindieron lo esperado, hubo chispazos como los de Antuna, el triunfo sobre las Águilas que estaba borrando la crítica y el mediocre torneo; pero al final, lo que importa es la consistencia de un buen proceso, no un buen resultado.

Terminamos con el favorito, La Fiera, extraordinario torneo que debe tener su corolario levantando la copa; Nacho Ambriz ha hecho de este equipo una constancia de futbol brillante, con variantes en su accionar, juegan con mente fría y corazón caliente, con extranjeros (Mena, Meneses, Tesillo, Aquino) de muy buen nivel, que llegaron verdaderamente a reforzar, y con jugadores nacionales como Montes, Navarro, Cota, Rodríguez, los cuales han subrayado en la cancha lo que es futbol asociación con efectividad manifiesta.

“El talento se puede adquirir, al equipo hay que construirlo”...

Racismo. Increíble el acto de racismo de un miembro del equipo arbitral en la Champions League ; la UEFA no ha podido frenar estas acciones que provienen de falta de educación y respeto, así como entender que el mundo ha cambiado y está en espera de una total inclusión, equidad, diversidad y olvidarse de la discriminación.

¡Extraordinaria final la que nos espera

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