No fue necesario que El Mayo Zambada comenzara a entregar información a fiscales de Estados Unidos para que el colapso que anunció en su última carta comenzara a producirse. Al Mayo le bastó señalar que su equipo legal en México estaba compuesto por los abogados Juan Pablo Penilla Rodríguez y Juan Manuel Delgado González, para que el pandemónium se desatara. Sobre todo al interior de la 4T.

Además de llevar la defensa del Mayo, Penilla y Delgado son abogados del líder de los Zetas, Miguel Ángel Treviño, el Z-40. Desde hace varios lustros se han especializado en la defensa de narcotraficantes e integrantes del crimen organizado de alto perfil –lo cual han aceptado con todas sus letras en una entrevista.

En 2023, Penilla Rodríguez fue nombrado asesor honorífico por el gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal. Es decir, el abogado del Z-40 asesoró al gobernador durante el año que ostentó ese cargo. Es además socio de despacho de Sergio Arturo Ramírez Muñoz, registrado en 2018 como militante de Morena y candidato suplente a diputado en 2021, en la misma fórmula que Sergio Mayer.

Los primeros nubarrones sobre el cielo guinda aparecieron cuando el vocero del PAN, Jorge Triana, difundió en redes el nombramiento de Penilla firmado por Américo Villarreal y la lluvia arreció cuando otro panista, Federico Döring, publicó fotos de Penilla con AMLO, con Claudia Sheinbaum y con Ricardo Monreal.

Estos últimos negaron conocer al abogado. “En las giras una se toma fotos con muchísima gente”, dijo la presidenta. “Les doy mi palabra, créanme, no tenemos ninguna relación ni con él ni con nadie que tenga presunción o vínculos de comisión de delitos”, declaró Monreal.

Hasta el día de ayer, sin embargo, Jorge Triana y varios usuarios de redes habían publicado fotografías de los abogados que defienden al Mayo y al Z-40 con… exactamente 36 figuras de la 4T.

La galería fotográfica es impresionante. Los abogados de los narcos posan (en algunos casos en varias ocasiones y con ropa distinta) al lado de Claudia Sheinbaum, Citlalli Hernández, Arturo Zaldívar, Mario Delgado, Ricardo Monreal, Martí Batres, Félix Salgado Macedonio, Clara Brugada, Pepe Chedraui, Lucía Trasviñas, Delfina Gómez, Pedro Haces, Yeidckol Polevnsky y Sergio Gutiérrez Luna, entre otros.

Una de las fotos más interesantes fue subida a redes por la exsecretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero. En la imagen aparecen en una oficina de Bucareli el entonces subsecretario Ricardo Peralta y el abogado Sergio Arturo Ramírez Muñoz. Escribió Sánchez Cordero en el texto respectivo que, con Ramírez Muñoz, “analizamos estrategias para mejorar la implementación de justicia en todas las entidades federativas”.

El tuit está fechado el 29 de noviembre de 2019, en el alba del sexenio de López Obrador. En esos amaneceres en los que el abogado del Z-40 “analizaba estrategias” con la secretaria de Gobernación, el subsecretario Ricardo Peralta ya había sostenido misteriosas conversaciones con uno de los brazos del Cártel del Golfo: la Columna Armada Pedro J. Méndez. Como se recordará, cuando se conocieron esos encuentros, el escándalo fue de tal magnitud que López Obrador ordenó que se suspendieran.

Otras líneas habían vinculado a Peralta con el crimen organizado en Tamaulipas. Se ha documentado hasta el hartazgo que los meses que duró como administrador general de aduanas coinciden con el despegue estratosférico del Rey del Huachicol, Sergio Carmona, quien a través del control de la aduana de Reynosa ingresó al país de manera ilegal cantidades industriales de combustible y en poco tiempo amasó una fortuna que le permitió financiar campañas políticas de Morena a nivel nacional.

Para empezar, la de Américo Villarreal en Tamaulipas. Y para seguir, las de Mario Delgado, Rubén Rocha Moya, Marina del Pilar, Layda Sansores, David Monreal e Indira Vízcaíno…

Carmona fue asesinado cuatro meses después de las elecciones de 2021, cuando autoridades estadounidenses iban tras sus pasos y él había comenzado a tener acercamientos con agencias de aquel país.

La foto subida por Sánchez Cordero indica que, en medio de todo este rompecabezas, al mismo tiempo que El Rey del Huachicol crecía como la espuma en Tamaulipas, los abogados del narco tamaulipeco habían llegado a Gobernación al menos desde noviembre de 2019, y se sentaban con ella y con Peralta, para “analizar estrategias”.

Esos mismos abogados que hoy nadie conoce, fueron premiados, reconocidos, homenajeados, candidateados, en actos celebrados en el Congreso. Los mismos que incansablemente se retrataron, una y otra vez, con 36 figuras estelares de la “transformación”, y que admiten que su trabajo consiste en defender narcos.

Lo dicho: con unas líneas de la carta del Mayo, el colapso comenzó.

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