“Hay quienes se manifiestan para mantener privilegios que ya no queremos que existan”, dijo ayer la presidenta de México, Claudia Sheinbaum. La Presidenta expuso en su mañanera una gráfica según la cual el número de asaltos ha disminuido en las carreteras del país.
La secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, había afirmado un día antes que solo una motivación política podría llevar a transportistas –víctimas de robos, extorsiones y asaltos cotidianos, de acuerdo con sus denuncias– a bloquear puntos específicos en más de 20 estados de la república.
La ceguera del gobierno de Sheinbaum es monumental. Uno de los bloqueos que más afectaciones y caos vial provocó durante horas –realizado por quienes, según el gobierno de la doctora, quieren mantener supuestos privilegios–, se desencadenó en el Estado de México, donde reportes de inteligencia han ubicado más de 30 bandas criminales que actúan en carreteras, y se dedican al robo de carga y al robo de vehículos, entre otras actividades delincuenciales con costos brutales tanto para empresas, como para quienes los reportes califican como “particulares”.
Se trata de bandas perfectamente ubicadas, que extienden sus redes no solo a lo largo del Edomex, sino también en Puebla, Querétaro e Hidalgo. Son solo algunos de los grupos que desataron las protestas en más de 20 estados.
En el Edomex, por ejemplo, algunas de estas organizaciones se hallan ligadas, no con menguantes partidos políticos de oposición citados una y otra vez por el oficialismo, sino con grandes organizaciones criminales cuyos vínculos con el grupo gobernante, así como con políticos de los tres órdenes de gobierno, les garantizan tres cosas: impunidad y control territorial y político.
Las organizaciones que en la región se han adueñado de las carreteras, cuya existencia se quiere negar en el discurso de la secretaría Rodríguez, y apenas se admite en el de la presidenta Sheinbaum, están aliadas con la Familia Michoacana, la Unión Tepito y el Cártel Jalisco Nueva Generación, de acuerdo con los reportes consultados por el columnista.
¿Qué interés político puede tener Javier Saldívar Jiménez, El Tilico, que encabeza una de las bandas más importantes, la cual, con armas de alto poder y vehículos de la marca Jetta, Nissan, Volkswagen y Sentra, cierra el paso a vehículos de carga con intención de llevar la mercancía que habrá de robarles a bodegas ubicadas en la zona, protegidas sobre todo por agentes municipales y “arregladas” con elementos de ese invento del obradorismo que es la Guardia Nacional? El grupo que golpea diariamente a transportistas opera en Tlalnepantla, Tultilán, Cuautitlán Izcalli y los límites con Hidalgo y Querétaro.
En esa zona los reportes de seguridad ubican también, desde hace años, al grupo de Alejandro Pérez Martínez, conocido como El Pantera, cuya fotografía consta en archivos oficiales y entre cuyos cómplices se hallan sujetos que han sido condenados a 50 años de prisión, así como otros que continúan operando libremente.
Sus nombres: Mario Alberto Munguía Fuentes, Jesús Guillermo León Prez y Osmán Adalí Rosas Calderón.
En esas carreteras actúan también Los Coris, cuyo líder, de identidad aún desconocida, ha dirigido las actividades de Adrián Gómez Hernández, Miguel Ángel Romero Aduna, José Alfredo Espinoza González y sujetos apodados El Efro, El Chaparro y El Chimuelo.
En México-Querétaro, Tepeji del Río y Soyaniquilpan de Juárez actúa la banda de Miguel Ángel Patrón Narváez, El Slim, que solo elige unidades que transportan más de ocho millones de pesos, y que opera en complicidad con Juan Marmolejo Leyva, José Antonio Jiménez Sandoval y José Alejandro Herrera, El Gallo.
Vinculada con el Cártel Jalisco Nueva Generación, actúa en ese territorio el grupo conocido como La Empresa, que emplea inhibidores de señal para desconectar el GPS de las unidades y es dirigido por José Juan García Santos, La Barbie.
Organizaciones nacionales de transportistas han denunciado hasta 2,500 asaltos por año en camiones de carga que circulan por el país. Las pérdidas millonarias afectan incluso a empresas estadounidenses, que ya han protestado a consecuencia de la inseguridad en las carreteras, y han metido presión al gobierno de Claudia Sheinbaum frente a las negociaciones comerciales que se avecinan con el gobierno de Estados Unidos.
De acuerdo con las fichas de seguridad consultadas, viene un operativo en el Edomex en contra del robo a transporte de carga y de la inseguridad brutal en las carreteras.
La secretaria de Gobernación y la Presidenta de México le siguen atribuyendo a politiquerías, a un complot de la oposición y de la derecha, la realidad que enfrentan cientos de miles de mexicanos.
La historia demuestra que la ceguera no se cura con marchas de apoyo. Hace un siglo ocurrió eso mismo en Europa. Pero el poder atonta a los listos. Y a sus lacayos, no se diga.

