Hay amores que parecían blindados contra el tiempo, las giras, los rodajes y los paparazzi. Parejas que nos hacían creer que sí se puede: que el amor maduro, cómplice y glamouroso existe.
Pero Hollywood nos da constantemente lecciones de realidad. Las rupturas más inesperadas no vinieron de romances fugaces, sino de matrimonios que parecían indestructibles.
Y no, no hablamos de escándalos ni de infidelidades explosivas. Lo que duele es otra cosa: la caída de esos vínculos que parecían inmunes al desgaste. Cuando se separan los que “ya la habían hecho”, los que sobrevivieron a décadas, hijos, mudanzas y alfombras rojas, el golpe es más profundo. Porque, si ellos no lo lograron… ¿qué nos queda a los simples mortales?
Aquí, cinco separaciones que nos dejaron con el corazón “partío”.
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Nicole Kidman y Keith Urban
Cuando Nicole y Keith se casaron en Sidney en 2006, parecía el guion perfecto: ella, estrella de cine con aura de diosa; él, cantante country con alma sensible.
Durante años fueron discretos, sólidos, y hasta cursis y melosos.
Se mudaron a una granja en Nashville, se dedicaron a criar a sus hijas lejos del ruido mediático y sobrevivieron a la rehabilitación de Keith con una elegancia que pocos logran.
Pero este verano, el amor se rompió: él se fue de casa, ella intentó salvar la relación, y el divorcio llegó con una letra de canción que cambiaba “baby” por “Maggie” #ooops.
La ruptura fue tan inesperada que los fans la compararon con ver a sus propios vecinos separarse.
Nicole, según fuentes cercanas, quedó devastada. Keith, por su parte, se rumora, busca rehacer su vida con una guitarrista de su banda de 25 años.
Lo más doloroso: la actriz habría querido seguir luchando, pero él ya había tomado otro rumbo.
Ahora ambos están tomando clases de “coparenting” para criar a sus hijas —Sunday Rose, de 17 años, y Faith Margaret, de 14— con respeto y distancia.
Hugh Jackman y Deborra-Lee Furness
Si alguien encarnaba el ideal de pareja longeva y amorosa, eran ellos. Hugh y Deborra-Lee se conocieron en 1995 y desde entonces fueron inseparables.
Él siempre hablaba de ella como su roca, su musa, su todo. Pero en junio de este año, el divorcio se oficializó tras 27 años de matrimonio. Lo que parecía una decisión madura y consensuada, pronto se tiñó de drama: ella publicó un libro de memorias donde habla de “traición” y “heridas profundas”.
Mientras Deborra-Lee procesaba el duelo con espiritualidad y frases dignas de Oprah, Hugh fue fotografiado con Sutton Foster, su compañera en Broadway. La relación habría comenzado durante su trabajo en The music man; no hay confirmación de infidelidad, pero el timing dejó a muchos con la ceja levantada.
La pareja adoptó dos hijos: Oscar, de 25 años y Ava, de 19. Aunque el divorcio fue discreto, el aura de perfección se desvaneció.
Jessica Alba y Cash Warren
La actriz y el productor se conocieron en el set de "Los Cuatro Fantásticos" y se casaron en 2008. Durante años fueron el epítome del matrimonio moderno: tres hijos, una empresa de wellness y estilo de vida, y declaraciones sobre “comunicación honesta” y “citas sin celulares”.
Pero en enero de este año, TMZ confirmó lo que muchos intuían: la pareja se separó. Jessica pidió el divorcio citando “diferencias irreconciliables” y solicitó la custodia compartida.
Sus hijos: Honor, de 17 años, Haven, de 13 y Hayes, de ocho siguen siendo su prioridad.
Katy Perry y Orlando Bloom
Con una propuesta de matrimonio en helicóptero y una hija llamada Daisy Dove, de cinco años, esta pareja parecía sacada de un cuento pop.
Pero en julio, confirmaron su separación. Las agendas imposibles —ella en gira, él filmando— y una creciente falta de intimidad fueron los detonantes.
Aunque siguen colaborando como padres, el romance se apagó sin escándalo, pero con mucha tristeza.
Lo más simbólico fue la ausencia de Orlando en las últimas vacaciones familiares compartidas por Katy en redes. La pareja, que había sobrevivido a una primera ruptura en 2017, no superó esta segunda vuelta.
Meryl Streep y Don Gummer
Durante más de cuatro décadas, Meryl y Don fueron el epítome del matrimonio artístico y discreto. Se casaron en 1978, tuvieron cuatro hijos —Henry, de 45 años, Mamie, de 41, Grace, de 38, y Louisa Jacobson, de 33, quien triunfa como actriz en su rol de Marian, en la serie de HBO Max The Gilded Age— y mantuvieron su vida privada lejos del foco.
Pero en 2023, Meryl confirmó que llevaban separados desde 2017. La noticia llegó justo cuando los rumores sobre su relación con Martin Short empezaban a tomar fuerza.
Y sí, el romance es real. Aunque ambos lo negaron al principio, hoy Meryl y Martin son pareja.
Se conocieron en el set de Only Murders in the Building, donde interpretan a una pareja de amantes, y la ficción se volvió realidad.
Él enviudó en 2010, ella se reinventó emocionalmente. Ahora comparten alfombras rojas, paseos por Nueva York y una complicidad que ha conquistado al público. El amor maduro existe, pero a veces llega en su segunda temporada.