Hay una página de Internet del gobierno de la CDMX llamada La Ciudad de las Heroínas, en la que la “Comisión de nomenclatura” contabiliza los votos en favor de mujeres destacadas, cuya memoria será honrada “a través (así dice) de cambiar la nomenclatura de calles y avenidas”, para ponerlas en lugar de “los nombres de los hombres que no representan los principios de libertad y derechos de nuestra Ciudad”.
Lamentablemente, la página anuncia que “HA TERMINADO EL PERIODO DE VOTACIÓN”, pero que “en los siguientes días daremos a conocer los resultados”. Es una gran idea. Votar por los nombres de las calles (siempre y cuando sean de mujeres destacadas y no de mujeres sin destacamiento) será sin duda una lección más de México para el mundo sobre cómo se practica democráticamente la democracia.
Me temo que la votación no es copiosa. Las candidatas fueron sólo 29 mujeres que, obviamente, fueron destacadas en diversos campos. En el de la cultura estuvieron las escritoras Rosario Castellanos (que recibió 902 votos), Elena Garro (788) y Pita Amor (572), y las pintoras Remedios Varo (903 votos) y Leonora Carrington (690). Misteriosamente nadie votó por Frida Kahlo, quien no estaba en la boleta por no ser destacada.
También se podía votar por varias activistas feministas como Adela Velarde (872 votos), “quien inspiró la canción La Adelita” y Valentina Ramírez (862), “que inspiró la canción La Valentina” y, desde luego, por las obligatorias Leona Vicario (393) y Josefa Ortiz (sin de Domínguez, porque quién sabe qué clase de hombre era ese señor) con 390 votos.
Hubo varias votables cantantes emotivas, como Chavela Vargas (640 votos), quien “transformó el género ranchero en una reivindicación política y social, algo a lo que ella se refería como cantar desde sus entrañas”. Mercedes Sosa (362), “Cantante argentina conocida como La Voz de América Latina. Luchó contra la dictadura de su país, por lo que se exilió en Portugal”. Nina Simone (233 votos), “Cantante, compositora y pianista afroamericana, conocida como la Sacerdotiza (sic) del Soul”, y Aretha Franklin (161), “conocida como Lady Soul, la cantante más grande de toda la historia”. Tal cual.
Y desde luego, las activistas sociales, todas ellas sufragistas y/o feministas y/o sindicalistas y/o lideresas que, desde luego, se llevaron todos los votos, como Adela Salazar (2,558), quien “fue encarcelada en 1968, desde donde ayudó a muchas presas a salir libres”. Benita Galeana (1969), Elvia Carillo Puerto (1390) y “La Tita Avendaño” (551)...
Pero la ganadora absoluta de la votación, pues arrasó con 6,859 votos, fue la mujer destacada Rita Guerrero, “cantante y activista que fue vocalista de Santa Sabina y militante de izquierda”. ¿Qué avenida le corresponderá?
Es todavía un misterio, que quizás sólo conoce el Secretario de Vivienda de la CDMX, el ciudadano (hombre) de nombre Inti Muñoz, quien ha sido militante del CEU, asesor de AMLO y de Claudia Sheinbaum, diputado, coordinador ejecutivo de la Secretaría de Cultura de la CDMX, subsecretario de gobierno de la CDMX, de cuya Comisión de Nomenclatura depende hoy “la asignación, revisión, y en su caso, modificación del contenido de las placas de nomenclatura oficial de vías y espacios públicos.”
Y, claro, famoso director del Fideicomiso del Centro Histórico, bajo cuyo mandato se llevó a cabo la dizque restauración de la estatua ecuestre El Caballito, que casi logra convertir al rey Carlos IV en Dolores Ibarruri “La Pasionaria” (47 votos) “primera mujer dirigente del Partido Comunista de España” y no un hombre que no representa principios de libertad ni derechos.
Estamos salvados.