Las mujeres tienen un papel determinante en la industria del cannabis, desde el activismo y la promoción de la legalización hasta altos puestos gerenciales. En este negocio, 36% de los roles ejecutivos son desempeñados por mujeres, cifra superior al promedio de 29% registrado en el resto de las industrias a nivel global. Además, los productos formulados especialmente para la salud e higiene femenina son uno de los campos de mayor interés en la industria cannábica.

Históricamente, el cannabis ha estado vinculado a la salud femenina. Distintas culturas le han dado usos variados, por ejemplo, textos encontrados en papiros que datan del antiguo Egipto, hace unos 3 mil 500 años, describen el uso de cáñamo durante el parto para reducir los dolores; las élites de la antigua Roma, hace 2 mil 500 años, también lo usaban durante el parto; los restos de una niña de 14 años que murió durante el parto en el siglo IV en Jerusalén, y que luego fueron hallados en 1992, mostraron que tenía cenizas de cannabis en el área abdominal.

Ya en el siglo XIX, decenas de médicos, especialmente del Reino Unido, se dedicaron a estudiar el cáñamo proveniente de India. Estos investigadores estaban probablemente inspirados por la Reina Victoria, soberana de la época que se dice padecía de fuertes cólicos antes y durante su menstruación. Aunque no hay evidencia que señale que la reina usó cáñamo, su médico personal Sir John Russell Reynolds investigó durante 30 años la planta y escribió que esta planta era un remedio efectivo para la dismenorrea espasmódica, es decir, periodos dolorosos.

El libro estadounidense de medicina “Sajou’s Analytic Cyclopedia”, publicado en 1924 ya recomendaba el cannabis como un analgésico general a todas las molestias de la menopausia. Ahora, gracias a la investigación moderna sabemos que no se recomienda el uso del cannabis durante el embarazo porque puede causar problemas al bebé, pero también hemos podido corroborar sus principios como antiespasmódico, analgésico y relajante, que tienen otras aplicaciones.

Actualmente, la investigación nos ha permitido entender cómo funciona el cannabis de forma más precisa y por lo tanto formular productos específicos para las necesidades de las mujeres. Por ejemplo, luego de que se demostraran las propiedades antidepresivas de algunos cannabinoides se han logrado formular tratamientos altos en CBD para tratar la depresión postparto. En México se calcula que 1 de cada 5 mujeres presenta este tipo de depresión y solo la mitad busca atención profesional.

Por su parte, la compañía británica Daye comercializa un tampón al que se le agrega CBD con la intención de reducir los cólicos menstruales y no son los únicos, otras compañías comercializan óvulos o supositorios vaginales cargados con CBD. A nivel mundial el mercado de productos de higiene femenina llegó a 26 mil millones de dólares y poco a poco habrá más productos disponibles a los que se les adiciona CBD por lo que parte se espera acaparar parte de esa industria.

Diversas marcas estadounidenses y canadienses, donde el mercado es legal, centran sus productos de cuidado corporal en el mercado femenino, promoviendo por ejemplo, sales de baño relajantes, cremas para la piel e incluso shampoos. Tan solo el mercado de productos cannábicos para cuidado de la piel tuvo un valor de 234 millones de dólares y se espera que tenga un crecimiento de más de 30% anual.

Uno de los usos que la medicina moderna ha podido comprobar es el de afrodisiaco femenino. Un estudio publicado en 2017 por investigadores de la Universidad de Stanford en el Diario de Medicina Sexual, una revista científica, demostró que las mujeres que consumían cannabis reportaban un incremento de sus relaciones sexuales satisfactorias de hasta 95% semanal. Actualmente se producen lubricantes infusionados con cannabinoides que buscan aprovechar esta cualidad del cannabis.

La medicina basada en cannabis avanza a pasos agigantados todos el tiempo, ya sea descubriendo nuevas propiedades terapéuticas de esta planta o confirmando el conocimiento que se tiene desde hace siglos pero que, debido a la prohibición, se había quedado en conocimiento empírico ante la falta de investigación formal. En México, se espera que en unos días se publique el reglamento que dictará las normas para que el cannabis pueda ser aprovechado en usos industriales y medicinales.

El reglamento que está a punto de ser publicado aún requiere de trabajo y perfeccionamiento por lo que las autoridades de la Comisión Nacional Reguladora, la Secretaría de Salud y todos los involucrados realizan lo necesario para tener un mecanismo regulatorio robusto, que fortalezca la industria cannábica en México, promoviendo la cadena productiva completa y no solo como productores de materia prima, es decir, desde la semilla hasta el producto que llega al consumidor final.

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