La agricultura es una de las actividades humanas que más gases de efecto invernadero, puede llegar a producir hasta 10 mil millones de toneladas de dióxido de carbono. Con el avance de la legalización del cannabis por todo el mundo, también avanza el territorio e infraestructura dedicada al cultivo de esta planta, lamentablemente su potencial de absorción de carbono no es aprovechada, por el contrario, la forma actual de producir cannabis contribuye a la huella de carbono del ser humano.

Actualmente la mayor parte de los ingresos del cannabis provienen del ramo recreativo y en este renglón el cannabis cultivado en interior es sin duda el preferido por el usuario y el mejor cotizado en el mercado, pero al mismo tiempo diversos estudios han demostrado que está forma de cultivo no solo no es sustentable, su impacto por el consumo energético, que en lugares como Estados Unidos puede llegar hasta el 1% de toda la energía del país, pese a que el cannabis recreativo no es legal en todos los estados .

En un esfuerzo de conservación, los productores de cannabis cultivan bajo luces con tecnología LED que disminuyen consumo energético y la generación de altas temperatura, a diferencia de las lámparas de sodio de mill watts, el estándar de la industria, pero esto no es suficiente, en lugares como Massachusetts, el cannabis consume 10% de la energía industrial.

La única forma de hacer del cannabis un cultivo sustentable es recurrir al sol y el modelo de agricultura regenerativa presenta una buena alternativa para llegar al verdadero potencial ecológico del cannabis, una planta que puede absorber hasta 30 toneladas de CO2. El control que requiere el cannabis de lujo para el mercado recreativo se puede alcanzar sin impactar al medio ambiente, pero no solo eso. De acuerdo con un reporte hecho por el portal especializado TrendSource, más del 53% de los consumidores están dispuestos a pagar precios más altos por productos orgánicos.

La agricultura regenerativa consiste en rehabilitar suelos dañados y mantenerlos productivos el mayor tiempo posible con lo que se evita extender el cultivo sin recurrir a los agroquímicos y en su lugar optar por soluciones de control biológico. En el proyecto que lleva a cabo la ANICANN para participar en el concurso convocado por Elon Musk a través de la agencia X Prize, se propone una sustitución de cultivos intensivos, como el algodón con el objetivo de absorber 10 gigatoneladas de CO2, 10 mil millones de toneladas, tanto dióxido de carbono como el que producto toda la actividad agrícola. Además de tener otro efecto positivo que es la reducción de uso de agroquímicos en el mundo.

Este tipo de agricultura promueve, entre otras cosas, el cultivo intercalado con otros organismos con valor alimenticio, que promoverán un ecosistema saludable en la superficie de siembra lo que llevará a mejor absorción de nutrientes, también se busca que la alimentación de las plantas sea de origen orgánico, prescindiendo completamente de los agroquímicos, en lugar de pesticidas se usan soluciones de control biológico. El cultivo de algodón consume 25% de los agroquímicos del planeta pese a que ocupa solo el 2% de la tierra cultivable.

Una ley robusta e inclusiva debe incluir altos estándares de defensa del medio ambiente para que los productores de cannabis nacionales sean de la más alta calidad y compitan en el mercado internacional, no hay que olvidar que el cannabis es un bio-acumulador, lo que absorba del piso llegará al consumidor, a mayor calidad del suelo, mejor cannabis y productos derivados de esta planta se obtendrán.

Presidente de la ANICANN
www.anicann.org

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