La industria del cannabis en México está en plena transformación y las mujeres están desempeñando un papel importante en su evolución. Aunque el sector aún enfrenta retos regulatorios, las emprendedoras, investigadoras y activistas han encontrado en el ámbito del bienestar una oportunidad para impulsar el crecimiento del mercado y redefinir la relación de la sociedad con esta planta.
A nivel global, las mujeres han demostrado ser una fuerza impulsora en la industria del cannabis. De acuerdo a medios estadounidenses, muchas han incursionado en este sector a través de negocios orientados al bienestar, como productos para el cuidado de la piel, suplementos alimenticios y terapias alternativas basadas en cannabinoides. En México, esta tendencia se refleja en el creciente número de emprendedoras que buscan desarrollar productos derivados del cannabis con fines terapéuticos y de autocuidado.
Sin embargo, la presencia femenina no se limita solo al ámbito empresarial. En el Congreso mexicano, diversas legisladoras han sido clave en la discusión sobre la regulación del cannabis, promoviendo marcos legales que prioricen el enfoque de salud y derechos humanos. Esto ha permitido visibilizar el feminismo cannábico, un movimiento que defiende el derecho de las mujeres a decidir sobre el uso del cannabis con fines medicinales y recreativos, además de fomentar oportunidades económicas equitativas dentro de la industria.
El sector del bienestar ha sido uno de los más accesibles para las mujeres dentro de la industria del cannabis. En parte, esto se debe a la percepción más favorable que la sociedad tiene sobre los productos enfocados en la salud y el autocuidado en comparación con los usos recreativos. Marcas lideradas por mujeres han logrado posicionar aceites de CBD, cremas y suplementos como alternativas naturales para el alivio del estrés, el dolor y la ansiedad.
Los debates que se han realizado en torno a la regulación han destacado la importancia del enfoque de género en la industria, subrayando la necesidad de políticas que promuevan la participación equitativa de las mujeres en todos los niveles de la cadena productiva. No obstante, las barreras regulatorias siguen siendo un obstáculo importante para la consolidación de negocios liderados por mujeres, lo que refuerza la urgencia de una legislación clara y progresista.
A pesar de los avances, las mujeres en la industria del cannabis aún enfrentan desafíos significativos. Entre ellos, destacan el acceso limitado al financiamiento, la falta de representación en posiciones de liderazgo y la persistencia de estigmas culturales que dificultan la normalización del consumo y comercialización del cannabis. En colectivos cannabicos, emprendedoras han señalado la necesidad de construir redes de apoyo, fomentar el acceso a información de calidad y promover políticas inclusivas para garantizar su desarrollo en la industria.
En México, la regulación del cannabis sigue en proceso de definición, pero la participación activa de mujeres en la discusión es clave para garantizar que el sector se desarrolle con una visión integral e incluyente. La industria del bienestar ha sido un trampolín para la incursión femenina en este mercado, pero el verdadero reto es consolidar un ecosistema donde las mujeres puedan competir en igualdad de condiciones en todos los ámbitos del negocio cannábico.
El papel de las mujeres en la industria del cannabis en México es cada vez más relevante, especialmente en el sector del bienestar, donde han sabido aprovechar las oportunidades para innovar y posicionar sus productos, principalmente de los componentes no psicoactivos del cannabis como el CBD. Sin embargo, para lograr una participación equitativa, es fundamental que las políticas públicas y las iniciativas privadas trabajen en conjunto para derribar las barreras que aún persisten. La regulación del cannabis no solo debe enfocarse en el mercado, sino también en garantizar condiciones justas para las mujeres que están transformando esta industria desde la ciencia, el activismo y el emprendimiento.
