Para nadie es un secreto que el golf varonil profesional no atraviesa su mejor momento. Los ratings en el PGA Tour no se comparan con los que tenían hace algunos años y LIV Golf, a pesar de sus constantes intentos por hacer más ruido, pasa desapercibida todavía.
Sin duda, no es una cuestión de vacas flacas, en cuanto a talento se refiere.
Estamos frente a una gran generación de jugadores que brilla por su nivel en los distintos campos de golf y por el carisma de algunos en las redes sociales. El problema es la fractura que existe dentro del deporte profesional y los pocos torneos en el calendario donde realmente se reúnen los mejores.
Con la llegada de LIV Golf en 2021, grandes figuras emigraron, llevando como represalia quedar vetados de los torneos del PGA Tour.
Como resultado, únicamente en los Majors podemos ver reunidas a las estrellas de ambos circuitos, acción que ha repercutido en el rating del circuito estadounidense y en la falta de interés hacia el saudita.
Desde 2021 y hasta la fecha, la incertidumbre y los rumores han sido el hilo conductor de este conflicto y —a pesar de que las cabezas de ambas Ligas están en conversaciones— seguimos sin una respuesta concreta.
Algunos días antes de que Donald Trump fuera electo, el ahora presidente número 47 de Estados Unidos comentó en un podcast que él mismo “solucionaría este conflicto en 15 minutos”.
Es bien sabido el gusto de Trump por este deporte. Incluso, durante su primer periodo como mandatario de la nación de las barras y las estrellas, fue el que más rondas de golf jugó en la historia.
Tampoco es ningún secreto que Jared Kushner, yerno del expresentador de “The Apprentice”, tiene muy buena relación —e incluso negocios— con Yasir Al Rumayan, gobernador del Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita y cabeza de LIV Golf. El propio Trump también es amigo de Jay Monahan, comisionado del PGA Tour y quien en su momento fue probablemente la principal traba para llegar a algún acuerdo.
En noviembre del año pasado, el día en que Trump volvió a ganar las elecciones del país de las barras y las estrellas, Rory McIlroy, exnúmero uno del mundo y el miembro del PGA Tour más vocal en contra de LIV, mencionó en conferencia de prensa que su regreso al poder abría un poco el camino hacia lograr por fin un acuerdo.
Con apenas unos días del retorno de Donald Trump a la Casa Blanca, no hemos escuchado ninguna noticia aún sobre este tema, aunque todo indica que es cuestión de tiempo.
En 2000, en nuestro país, el entonces Jefe del Ejecutivo, Vicente Fox, no logró solucionar el conflicto de Chiapas ni en 15 minutos, ni en seis años... Vamos a ver si Trump logra solucionar el conflicto del golf profesional en los próximos cuatro años.
Abraham Neme
Director General GOLF SHOT
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