La superioridad del Pachuca en la final facilitó mucho el tema arbitral, pero hay que destacar que no se metieron en problemas y eso ya resulta ganancia.
Por ahí, los temas del videoarbitraje, el cual sigue teniendo algunos detalles que deben corregirse.
En el partido de ida, Marco Antonio Ortiz no tuvo problema alguno, junto con sus colaboradores, ya que la superioridad de un equipo fue bastante notoria.
Y para la vuelta, fue muy merecida la designación de Adonai Escobedo, quien venía dando tumbos en los torneos anteriores, pero ahora sí lo hizo bien. Le fue muy bien en el Clásico de clásicos y ahora en la gran final.