¿Cómo se resolverán los asuntos sin tutela judicial efectiva? ¿Qué pasará sin un juicio de amparo independiente, imparcial, que detenga los actos autoritarios del poder? La respuesta contundente y sangrienta la vimos clara, afuera de los tribunales de la Ciudad de México: mataron a un abogado.
Cuando las sentencias no pacifican las relaciones sociales y humanas, llegará la paz de los sepulcros. Así de sencillo y así las consecuencias de una reforma judicial criminal y la muerte de un juicio que conocíamos como el “juicio de garantías”, donde el poder judicial “amparaba y protegía”. ¡Bravo! El gobierno tiene su trofeo. El gobierno ganará todos los asuntos fiscales y meterá en prisión a quien le dé la gana; pero la justicia encontrará cauce por otras vías, se abrirá paso, sin importar dignidad ni vidas humanas, como los ríos que vimos desbordarse en Veracruz, sobre Poza Rica, arrasando patrimonios y vidas.
La reforma a los trámites del juicio de amparo es la cereza en el pastel, del sorteo a los jueces para despedirlos y elegir a los nuevos con un acordeón en una elección simulada; pero lo que no calcula Morena es que las velitas de ese enjuague las pondrá la delincuencia. ¿Quién será el valiente que le sople a esa tarta de inmundicia?
Es famosa la cita de Max Weber que el gobierno debería tener el “monopolio de la violencia física”. Ello tiene una pre-condición: la justicia verdadera. Con una justicia simulada, con un amparo ineficiente que no limita al poder ese monopolio se debilita, se esfuma, y se alojará en los grupos criminales. No son pocos los reclamos en muchas regiones del país, donde una deuda la cobran los mafiosos con amenazas de muerte, donde la venganza privada prima, donde reinan los “cuernos de chivo” muy por encima de los jueces electos. El Estado democrático de Derecho cedió su paso, gracias a Morena, a un Estado caótico donde gobierna el más fuerte.
¿Cuál es la garantía de laicidad e imparcialidad al someter un asunto a un juez de consigna designado en Morena porque pertenece a la iglesia de Luz de Mundo? El famoso transitorio de la ley de Amparo, dice que los asuntos “posteriores a la entrada en vigor” de la nueva ley, se tramitarán de conformidad con “la doctrina” y la jurisprudencia. ¿Con cuál doctrina resolverán los jueces de esa iglesia? ¿Con la doctrina del pederasta Naasón Joaquín García? Porque no creo que usen, ni deben invocar, “la doctrina” católica del padre Ripalda; pero tampoco fundamentarán con ningún jurista serio, que desaprobó la reforma judicial y la reforma al juicio de amparo. ¿Juan Antonio García Amado? ¿Roberto Gargarella? ¿Héctor Fix Zamudio? Les han escupido en su obra.
¿Qué queda? Elevar la queja a las instancias internacionales. México tiene compromisos con el mundo de respetar los derechos humanos. Tiene convenios en el TMEC para proteger derechos laborales colectivos, y tiene suscrito un Pacto de San José, que ya ha revisado, en México, garantías judiciales efectivas.
Más temprano que tarde, la justicia internacional (donde sí hay juzgadores sabios e imparciales) condenará esa concentración de poder de Morena. Pronto llegará la condena internacional. También la verdad se abre paso. Mientras tanto, como en el viejo oeste, que conocimos en películas, los duelos judiciales se parecerán a los duelos de empistolados. Muerte, sangre, dolor en un panorama que se vuelve cotidiano.
Diputado federal