Michoacán sigue sumido en el miedo. En espera de justicia mientras los saltimbanquis del bienestar invaden el territorio, para generar una percepción de “ayuda” y “solidaridad” con la tierra donde nació Lázaro Cárdenas, Gertrudis Bocanegra, Melchor Ocampo y Delfina Botello, la primera candidata mujer a alcaldesa, en Tacámbaro, en los tiempos de la hegemonía priísta.
Debemos agradecer el cinismo y la sensibilidad de un hipopótamo del senador Fernández Noroña, con la alcaldesa de Uruapan, Grecia Quiroz, al llamarla fascista y ultraderechista. ¿Acaso ya no se puede ser de derecha en México? Por cierto, hay una derecha social, de la que habla la iglesia católica desde hace más de un siglo, precisamente inspirada en el Papa León XIII, de la que muchos michoacanos son seguidores. ¿Ya está prohibida, proscrita, la libertad de opinión que se nutre de la doctrina social de mercado?, ¿ya está penalizado hablar de una opción preferente y liberadora de los pobres, de la que hablan los católicos?, ¿no vamos a poder recordar, el año que entra, “La Cristiada”?, ¿no recordaremos a Sergio Méndez Arceo que inspiró su vida en el michoacano por adopción, Vasco de Quiroga?
Insisto en que debemos agradecer el desparpajo de Noroña, porque en Michoacán los funcionarios federales, a propósito del Plan Michoacán, andan en un espectáculo. Quieren convertir a Michoacán en un circo de bienestar, lugar de selfies, fotos, videos.
Una de esas imágenes nos la regaló José Luis Rodríguez Díaz de León, subsecretario de Política Criminal, desde la plaza de La Ranita, en Uruapan (a unos metros de donde asesinaron a Carlos Manzo): todos los servidores de la Secretaría de Bienestar, listos para decirle a la gente que los programas son de Morena, que todo es gracias a Morena, y que la inseguridad, extorsión, cobro de piso, no importa. Caminando “casa por casa”, empezaron en el Parque Nacional donde nace el río Cupatitzio. ¿La deuda pública del municipio? ¡Qué importa! “Casa por casa, foto por foto”, así llegará la paz a Michoacán como el agua a la Tzaráracua.
La otra imagen, también del subsecretario de Política (y Turismo) Criminal, es una comilona. Muy lejos del duelo por los desaparecidos que suben al tiempo que bajan los homicidios. ¡Presitidigitación, en el circo! La foto es con las mejores carnitas de puerco ¡claro, pues son michoacanas!, chicharrón, tortillas (más caras que el maíz que reclama un mejor precio), aguacate (con extorsión y cobro de piso); refrescos (a los que les cobraron impuestos para proteger la salud) y limones (de los que cuidaba, en Apatzingán, el asesinado Bernardo Bravo). Todo ese aquelarre lo exhibió en sus redes el equipo de Seguridad en Michoacán. El Plan Michoacán convertido en un tour por el más bello estado de México. Faltan fotos en el Paricutín, en Maruata, en la laguna de Camécuaro, en la isla de Janitzio. Faltan ates de membrillo. En verdad no tienen sensibilidad, no tienen corazón.
Por si fuera poco, ya anunció Paco Ignacio Taibo que se suma al Plan Michoacán y llevará libros y camiones “librobuses”, a Tlalpujahua, Contepec, Zinapécuaro, Pátzcuaro y Tacámbaro. ¿Qué libros va a llevar el Fondo de Cultura Económica? “Las contradicciones” de Mao Tse-Tung, para entender a Morena y sus enredos, ¿el secretario Harfuch o el gobernador Bedolla? Quizá la vida del Che Guevara de Jon Lee Anderson, para insuflar el espíritu de las autodefensas indígenas, las kuarichas, o de plano el “Diccionario ilustrado de la Muerte” de Robert Sabatier; le pueden agregar una “voz”, “michoacanizar con bienestar” que significaría, burlarse de la muerte ajena; hacer del dolor del otro, un pasatiempo divertido.

