Con facilismo histórico maniqueo. Los malos son tuyos y los buenos son míos. La Presidenta cayó el 20 de noviembre pasado, en el aniversario de la Revolución Mexicana, en la frase que el dictador fascista italiano Benito Mussolini hizo famosa: “Todo dentro del Estado, nada fuera del Estado, nada contra el Estado”.
La Presidenta les endilgó a sus opositores el mote de “porfiristas”, malos, carroñeros, salvajes, apátridas, traidores; mientras sus seguidores son “maderistas”, buenos, pacificistas, serviciales, aman a la Patria.
La historia es un poco más compleja. Desconozco qué mano torcida escribió ese rollo. Pero veamos quién es más “soberano” y quién es más “demócrata”, al recordar dos escenas de Porfirio Díaz y de Francisco I. Madero.
Porfirio Díaz celebró la primera cumbre bilateral presidencial entre Estados Unidos y México, en Ciudad Juárez, Chihuahua, el 16 de octubre de 1909. Allí se reunió con el presidente William Howard Taft. Y defendió como pocos presidentes la soberanía nacional mexicana. Taft le pidió: 1.- devaluar el peso, 2.- entregar concesiones petroleras a la familia Rockefeller, 3.- permiso para instalar una base militar en Baja California Sur, y 4.- entregar al expresidente nicaragüense, asilado en México, José Santos Zelaya. A todo Porfirio Díaz le dijo: ¡No! ¿A qué le ha dicho ¡no! Claudia Sheinbaum a Donald Trump? ¿A qué le dijo que no AMLO, cuando el embajador gringo entraba y salía de Palacio Nacional con más frecuencia que Ricardo Monreal y Adán Augusto López?
¿Acaso le dijimos “no” a la militarización de su frontera norte con soldados mexicanos? ¿Le dijimos “no” a trasladar los delincuentes requeridos por jueces norteamericanos? ¿Le dijimos “no” a seguir comerciando libre e ilimitadamente con China? ¿Le dijimos“no” a estacionar aviones gringos en el aeropuerto de la Ciudad de México y dejar el AIFA? ¿Le dijimos “no” al ganado con gusano barrenador? ¿Le dijimos “no” a su política migratoria inhumana, como la reclamó León XIV? ¿Le dijimos “no” al des-visadero de los morenistas? ¿Reclamamos algo públicamente porque Trump dijo, públicamente, que está decepcionado con México? ¡Les falta algo del nacionalismo de Porfirio Díaz a Morena!
Francisco I. Madero, por su parte, escribió “La Sucesión Presidencial de 1910” que interpela directamente al quehacer gubernamental de Morena, porque en sus primeras líneas critica el “militarismo” de Porfirio Díaz. ¿Quién militarizó al México contemporáneo? ¿Quién dinamitó el cerco constitucional del poder militar en la vida civil de la República? ¿Quién edificó la nueva administración pública paramilitar para sobornar con dádivas contractuales la disciplina militar y ocultar los cochupos en el velo de la seguridad nacional? ¿En el capítulo VI, Madero se pregunta, lo mismo que nos preguntamos muchos mexicanos “¿la actual administración tolerará las prácticas democráticas?”. Y en la conclusión número 10, escribió: “si el general Díaz no pone obstáculos, ni permite que los pongan los miembros de su gobierno, para la libre manifestación de la voluntad nacional, …se habrá asegurado la transformación de México, sin bruscas sacudidas, el porvenir de la República estará asegurado…”. ¿La presidenta amarrará a Adán Augusto? ¿debilitará (más) al INE? ¿Usará los programas sociales a favor de su partido, como hacía el PRI? En suma: ¿habrá sufragio efectivo? ¿no habrá reelección de AMLO?
En fin. ¿Quién es Porfirio Díaz? Porfirio Díaz se fue en Iripanga a París. No volvió. ¿Ya tomó AMLO su barco de regreso? ¿Quién es Madero, que murió asesinado por la policía de la Ciudad de México?

