En el América dejaron la “obligación” en el hotel de concentración en San Pedro o en sus instalaciones en Coapa . Este concepto, que suele acompañar siempre a equipos como el americanista, fue evitado por los representantes del club que comparecieron en el día de medios previo a la final de la Liga de Campeones de la Concacaf ante Monterrey.
Todo lo contrario Javier Aguirre
, quien consciente de que el equipo que dirige no está haciendo bien las cosas y de la inversión que le han dejado en las manos para trabajar con ella, no huyó al término que a su rival en el banquillo pareciera quemar.
Y es que, al menos en las conferencias de prensa del América, no se escuchó la palabra obligación, siendo que se trata de algo que en un club como éste siempre debe estar presente y para todo torneo.
El América está obligado
a ganarlo todo, ya después vendrá aquello de la alegría por jugar una final, del compromiso que existe entre cada uno de los componentes del club, de querer darle una satisfacción a los aficionados. Todo eso está bien, pero que no se les olvide que este no es un club cualquiera que se puede encontrar con una final en su camino y sentirse satisfecho de haber llegado a ella. Todo aquel que es parte de este club debe entender qué camiseta es la que está vistiendo y no huir a esa responsabilidad.
Porque no tendría nada de malo, como parece que se piensa en el interior del equipo, admitir que la “obligación” existe , y que no solamente es algo inventado por los medios o por algún sector de la afición que siempre quiere lo mejor.
Y ese deber se hace más grande cuando se tienen en cuenta los presentes de cada uno de estos equipos . Los Rayados, con una racha de cuatro partidos con derrota en la Liga, y el América con el liderato del Apertura 2021 amarrado, esperando a todos en los cuartos de final, viéndolos hacia abajo.
A partir de estas condiciones, la necesidad del Monterrey y de Aguirre se hace obligación, mientras que el América está obligado a mantener esa tendencia a la alza, a dominar su estilo de juego y seguir siendo efectivo. Eso es lo que no parecen entender y que hoy deben manifestar en la cancha. Hoy por hoy, el de Santiago Solari es mejor equipo, mejor conjunto que el del Vasco, pero eso debe reflejarse en la cancha, con un triunfo, con autoridad. Eso es lo que quiere el americanismo en estas instancias. Algo que les dé confianza de cara a la Liguilla, como para pensar en que el proyecto de Solari no es solamente de temporada regular, sino que entendió de la eliminación ante el Pachuca el torneo anterior y que este hombre puede sentar las bases de un equipo que domine la Liga.
Esa es la obligación de Solari, aunque prefiera eludir el término, aunque prefiera utilizar más el de compromiso grupal. Esta noche enfrentarán uno de esos partidos que pueden encumbrar un proyecto o hundirlo. Lo mismo para americanistas que para Rayados. La noche del 28 de octubre de 2021 puede marcar todo lo que venga para estas instituciones, para sus técnicos, sobre todo para éstos, quienes han tomado la previa de esta final de la Concachampions de manera diferente: Aguirre con el colmillo de saber qué contestar para calmar las aguas y Solari con una gran sonrisa, que no debe ser motivo para olvidar que, aunque no quiera, está OBLIGADO, a vencer al Monterrey.
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