De hace un mes, cuando jugaron la final de la Copa Oro, solamente repitieron seis futbolistas, dos de la Selección Mexicana ( Héctor Moreno y Andrés Guardado ) y cuatro de la estadounidense ( Steffen, Long, McKennie y Pulisic ).

Tal vez la razón por la que se vivió una noche llena de imprecisiones.

Una velada extraña. Mientras México derrotaba a Estados Unidos , en un estadio con una asistencia a menos de la mitad de su capacidad, la atención estaba centrada en el hospital, donde Rodolfo Pizarro fue internado por apendicitis, baja sensible para el partido contra Argentina.

El regreso de los ausentes en Copa Oro fue sin pena ni gloria, pese a la buena jugada de Jesús Manuel Corona y Javier Hernández en el primer gol.

Herrera

cumplidor y Diego Reyes , quien sí estuvo en el verano participando con la Selección, se vio fuera de ritmo. De cambio, Erick Gutiérrez demostró qué pasa por un buen momento con el PSV y ayer marcó el 2-0.

Un partido vulgar, sin nada que presumir más que el esfuerzo de la US Soccer por erradicar el grito de “¡Puto!” de las tribunas, tal como lo hace la MLS y no la Federación Mexicana de Futbol.

@gvlo2008

gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx

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