El presidente del Comité de Futbol de Grupo Televisa , Joaquín Balcárcel , debe emular y aprender del exitoso pasado del
para encontrar soluciones en el presente. Cuando en este equipo los jugadores o el entrenador no funcionaban, se daban golpes de autoridad para arreglar las cosas. Son personajes bien pagados como para estar haciendo los papelones que se han vivido en este Clausura 2022 .
En estos momentos de crisis deportiva en el equipo —porque por más que lo quieran disfrazar con la suma de puntos del torneo anterior, es una crisis—, en América se necesita que el principal responsable, después del dueño, haga algo. Hoy, en América no existe liderazgo, ni dentro de la cancha ni fuera; por eso, es que por más ridículos que hagan, por más que se siga arrastrando el prestigio de este club, pareciera que no pasa nada.
Y luego sale Santiago Solari a decir que no se va a rendir en busca de hacer que este equipo vuelva a generar puntos, porque si bien hizo muchos en 2021, tampoco gustaba a la mayoría; era efectivo, sí, pero hoy ni eso tiene, es una caricatura.
Una caricatura casi igual como da la impresión de ser su presidente deportivo, quien parece más una estatua para adornar esa oficina en Coapa , que un verdadero ejecutivo que tenga la capacidad de reacción y de decisión ante lo que está ocurriendo.
Estamos ante uno de los peores momentos del americanismo y en verdad que pareciera que es otro día en la oficina de estos hombres, quienes deberían tener a la mano las herramientas para generar una reacción dentro del club, antes de que sea más tarde y ni siquiera se pueda clasificar al repechaje, lo cual ya sería, de por sí, otro ridículo monumental.
Lo de Solari ante Pachuca es una muestra de la desesperación del entrenador argentino, quien ha decepcionado ante su poca capacidad de autocrítica, pero sobre todo ante la poca capacidad de, desde el campo, hacer reaccionar a su equipo. En cambio, ha comenzado a inventar en las alineaciones.
Y no se necesita ser uno de estos nuevos genios del futbol que hablan con conceptos despampanantes para entender que cuando un técnico comienza a inventar en los esquemas de juego o en las posiciones en las que utiliza a ciertos jugadores, es que las cosas se le han ido de las manos.
En esa debacle está el proceso de Solari , quien ayer dio el último aviso de que no sabe qué más hacer con este equipo para sacarlo de la crisis deportiva, y mientras el señor Balcárcel no se decida a dar un golpe en el escritorio, se hará peor.
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