Polarización en todo su esplendor. La designación de Leo Messi como el mejor futbolista del año 2018-19 causó revuelo, polémica y hasta incongruencias. Las redes sociales estaban en fuego, los defensores a ultranza de Messi y Ronaldo, y los incrédulos que pensaban que el holandés Virgil van Dijk lo conseguiría.
Cuestionamientos a Messi, como si el argentino jugara en la Liga de Ascenso. Para los ilusos y defensores de lo indefendible: campeón de España, 36 goles anotados en la Liga, 12 en Champions, tres en Copa del Rey , 13 asistencias, semifinalista de Champions League, semifinalista de Copa América . Tal vez no fue el año más exitoso de su carrera, pero los números son impresionantes. Más que merecido el reconocimiento.
El problema de Van Dijk es que es defensa, posición que es más difícil medir en el futbol; claro, para algunos. Porque sí hay forma. Por ejemplo, ligó 64 partidos oficiales sin que un sólo futbolista lo pudiera regatear; incluso, en dos finales de Champions consecutivas. Los que miden el juego aéreo en la Liga Premier llegaron a la conclusión de que gana por arriba en el 75% de las ocasiones, números fantásticos.
A eso habría que sumarle el carácter, con un liderazgo como pocos. El holandés llegó al Liverpool procedente del Southampton gracias a las ideas de Jürgen Klopp. Era necesaria una pieza de esta categoría para ganar algo, para volver a los primeros sitios del mundo. Por eso se atrevieron a pagar 85 millones de euros, una cantidad inimaginable por un defensor.
No defraudó, y el equipo de Klopp, de recibir 42 goles en la temporada 2016-17, pasó a tener solamente 22 en contra en la campaña pasada y mucho de estos números se debe a Van Dijk. Claro, en sociedad con el portero brasileño Alisson Becker , quien llegó hace un año.
Ronaldo sí estaba fuera de competencia. Por primera vez en los pasados nueve años, no rebasó los 30 goles; obviamente no consiguió la Champions League, como fue costumbre con el Real Madrid, y ganó la Serie A, en la que la Juventus parece no tener competencia, con o sin el portugués. Es decir, esta vez el The Best estaba muy lejano a él; por eso ni se tomó la molestia de ir a La Scala de Milán.
Los premios siempre serán subjetivos, de gustos. Fue con base en una votación de cada uno de los capitanes de las selecciones nacionales afiliadas a la FIFA, de los entrenadores nacionales también y de un representante de los medios de comunicación en cada país. No van a quedar bien con nadie, eso es evidente y siempre pasa; simplemente, el domingo en los Emmy´s, la controversia fue si Game of Thrones es mejor que This is Us o si Berry era mejor serie de comedia que The Marvelous Mrs. Maisel. En fin, en todos lados es lo mismo, pero alguien tiene que ganar y —si fue Messi— es más que merecido.
¿Cómo votaron los representantes mexicanos? Guillermo Ochoa: 1. Lionel Messi. 2. Virgil van Dijk, 3. Cristiano Ronaldo; Gerardo Martino: 1. Virgil van Dijk, 2. Frenkie de Jong, 3. Eden Hazard; Francisco Javier González: 1. Cristiano Ronaldo, 2. Lionel Messi, 3. Mohamed Salah.